La catarata de Xorroxin es una espectacular caída de agua situada al pie del monte Autza (1.306 metros). Cerca de este paraje rumoroso nace el río Baztan, el cual recorre el valle del mismo nombre durante diecinueve kilómetros, para convertirse luego en el
río Bidasoa cerca del señorío de Bértiz.
Este tramo inicial del río del Norte está rodeado de antiguas leyendas, ligadas principalmente a la naturaleza salvaje de los montes y bosques de Baztan. Algunas
tienen que ver con la diosa Mari -que habitaba en una cueva del monte Autza, junto con su compañero Herensuge (o Sugaar), la serpiente macho-, y también con las fantásticas lamias, que aparecían en las orillas de los arroyos alisando sus cabellos con peines dorados.
Hace medio siglo, algunos ancianos del barrio de Gorostapalo solían contar que junto a la cascada de Xorroxin se veían a veces unas mujeres con pies de cabra o cola de pez, que aparecían y desaparecían misteriosamente. Hoy, en la zona, nadie cree ya en lamias ni en sorgiñas (brujas). Sin embargo, las viejas leyendas han dejado huella en la toponimia de la zona.
Concretamente, la poza o el pequeño embalse natural donde cae el agua de la cascada de Xorroxin, se denomina Lamiputzu (pozo de las lamias).
La cascada se encuentra en medio un arroyo conocido hoy como regata de Iñarbegi (también regata Istauz).
Este humilde riachuelo recoge las aguas que bajan de los montes Masa y Autza dando lugar a este curso de agua, que discurre por el fondo del valle entre los
barrios de Gorostapalo e Iñarbegi, para acabar juntándose en Erratzu con la regata de Izpegui.