Desde
las lomas de La Serna, en el municipio de Valderredible, se
contempla una panorámica excepcional, con algunas de las
maravillas que regala la naturaleza en estado salvaje a los ojos
y los sentidos, como los primeros surcos de los Cañones del
Ebro, más al fondo, el Páramo de La Lora, y casi al alcance de
la mano y dotado de una espesura deslumbrante, el
Monte
Hijedo, el bosque caducifolio más importante
y de mayor extensión de Cantabria, con una variedad botánica y
cinegética que lo hace único ya que está enclavado entre dos
regiones bioclimáticas, la atlántica y la mediterránea. Un monte
de 1.246 hectáreas, que comparte con los municipios burgaleses
de Santa María de Gadea y Arija, cuya escasa presión demográfica
lo convierte en un ecosistema de los más singulares de toda la
Cornisa Cantábrica.
Esta enorme mancha forestal
de 1.218 hectáreas cobija el bosque de roble albar más
extenso de
Cantabria,
además de ejemplares de hayas que crecen en sus umbrías, acebos,
tejos y un variadísimo sotobosque. Sus espesuras son refugio de
corzos, jabalíes e incluso lobos, un paraíso en el que crían
infinidad de rapaces. Desde Riopanero se adentra una pista
forestal que permite admirar su excelente estado de
conservación. No conviene apartarse, pues no es difícil
perderse.
Paisajes del robledal
Tras el invierno, cuando el
bosque desnudo aparece cubierto de nieve, la primavera, tardía
por estos pagos, hace brotar un verde esplendoroso en el
robledal. Pero es a finales del otoño cuando éste regala las
vistas más espectaculares al vestirse de un ocre amarillento que
alfombra sus limpias ondulaciones.
Tejos del interior
Para apreciar algunos de los
ejemplares más singulares del árbol mítico de Cantabria, hay que
apartarse —con precaución para no perderse— de la pista
forestal, ya que los tejos siempre suelen crecer en lugares
dificiles y, además, lo hacen de forma aislada, unos próximos a
otros, pero sin formar bosque.
Rutas por el bosque
De Riopanero parte la única
pista forestal que atraviesa Monte Hijedo para admirar su
belleza. También el recorrido por su bosque puede integrarse en
senderos ya trazados por la zona, como el que hilvana, en unas
cuatro horas de caminata, Llano con el monasterio de Montes
Claros, adentrándose por el robledal.
El mayor bosque de roble albar de Cantabria
De las 1.218 hectáreas que
hoy ocupa en Cantabria Monte Hijedo —una zona antaño más grande
que explica que este topónimo se dé también en Burgos y
Palencia—, unas 900 están arboladas, predominando el roble albar
de una excelente calidad que convierte Monte Hijedo en uno de
los robledales más valiosos y mejor conservados de la Comunidad.
Serios competidores dentro de ésta, aunque no siempre se trate
como en Hijedo de roble albar, serían los robledales de Ucieda,
Monte Aá, Cieza o Monte Canales.
En el monte nace el arroyo Hijedo que lleva sus
aguas al Ebro. Entre las especies vegetales sobresale el bosque
caducifolio. Éste, a su vez, tiene un robledal de tipo albar, que
es el área más importante en extensión, y otro robledal de tipo
común que se encuentra situado en las solanas. Los hayedos se
mantienen en pie en las zonas umbrías. Otro tipo de hábitat es el
bosque de ribera. Las especies vegetales más comunes, el aliso, la
mimbrera, el fresno y los chopos posibilitan el mantenimiento de
zonas de los ríos con raíces creando refugio a la ictiofauna. El
roble melojo, de características intermedias entre los bosques
caducifolios húmedos y los perennes mediterráneos, así como el
acebo y el avellano, son otras especies arbóreas que conforman el
ecosistema.
Entre las especies faunísticas,
las más destacadas son el topo ibérico, murciélagos, lobo
ibérico, turón, marta, nutria, tejón, gineta, gato montés,
jabalí, corzo, liebre, conejo (mamíferos); lagarto verde y
verdinegro (reptiles); tritón alpino, tritón jaspeado, sapo
partero común y rana común (anfibios); barbo de Graells,
madrilla, piscardo y bermejuela (peces); abejero europeo,
milano negro, milano real, buitre leonado, culebrera europea,
azor, águila real, alcotán, halcón peregrino, perdiz roja,
codorniz, pito negro y alcaudón dorsirrojo (aves).
Alcaudón
dorsirojo (macho)
Los alrededores del bosque, tras el abandono de
la mayor parte de los pastos y cultivos, han sido progresivamente
invadidos por la vegetación natural (tojales, brezales, comunidades
arbustivas). Se trata de zonas de régimen comunal, con algunas
pequeñas fincas privadas. En cuanto al espacio de transición, de
uso ganadero, están sometidas al despoblamiento rural. Predominan
los matorrales y arbustos como vegetación. La población de El Común
del Hijedo, que está integrada por las siete juntas vecinales
propietarias del monte, se dedica a la ganadería bovina y caballar.
Estos pueblos son Población de Arriba, Población de Abajo, La
Serna, Riopanero, Ruijas, Ruerrero y
Arenillas.
El Caché
Lo podréis encontrar en las coordenadas indicadas. Su búsqueda no
representa ninguna dificultad. Esperamos que os guste el lugar.
Para que os animeis a ir en su búsqueda os dejo unas cuantas fotos
de la zona.
María
y Luisa cerca del caché
Mario
junto al lugar del caché
Disfrutad del
entorno y ¡Buena
búsqueda!