ENGLISH VERSION BELOW
ETAPA PRIMERA
“Jadeando, rabioso por la persecución, llego a la altura del caballo al que seguía, que relincha débilmente, caído de manos en el suelo. Desmontar del mío, rajar el belfo del bruto que intenta levantarse y luego degollar también al que yo mismo montaba, es casi un único movimiento… No me importa que mi presa haya oído los ruidos, ni tampoco los estertores de las dos bestias que ven huir su vida, palpitante y roja, por los suelos.
Porque esta noche yo, Abaher, he de matar a un hombre.
Maldita sea la ocasión en que huí del lugar en que me crié, las Tierras Altas. Estaba cansado de frío y hambre, de luchar cada día para sobrevivir. Oí hablar de Dridma, una gran ciudad en la que alguien como yo podría vivir fácilmente, como el guardaespaldas de un noble señor, o robando por las noches. Así subsistí unas semanas, en los suburbios, perseguido por la guardia pero disfrutando del sabor del vino y de las mujeres cuando tenía dinero para ello. Me satisfacía vivir así, es mucho mejor que recoger castañas o acechar durante horas el paso de un venado, entre la nieve.
Pero una noche, en una mugrienta taberna, había bebido demasiado y alardeé de mis hazañas… tres dridmaleños me animaban y me daban más aguardiente, hasta que caí borracho, para despertar en una húmeda celda, con una argolla sujetando mi cuello como única vestidura, y una cadena que la unía a la pared.
Una semana soporté sus golpes y burlas, comiendo pan mohoso y agua sucia que lamía del suelo, cuando me despertaban con ella. Latigazos y patadas, y mis deposiciones como única compañía… Recuerdo al dridmaleño que les mandaba, un hombre de unos cuarenta años, regordete pero de anchos hombros, con una fina barba negra bien aceitada y un pequeño monito sobre su hombro, lanzando insoportables chillidos. Se reían de mí, me llamaban salvaje, asesino y niñato… ¡como si no hubiera sido capaz de mantener a mis hermanos desde que cumplí ocho años!
Y ahora, con catorce ya cumplidos, le demostraré lo hombre que soy rajándole como hice con sus amigos… lo bastante estúpidos como para darme la espalda cuando creían que dormía. Uno ni se enteró de que moría. El otro pasó un buen rato con la cadena alrededor de su cuello, mientras yo la apretaba y aflojaba alternativamente, hasta que me cansé de verle morir.
Es una pena que el último puerco llegase mientras partía la cadena con un puñal, le dio tiempo a huir hasta su caballo mientras el maldito mono chillaba aterrado. Pero alcancé otra montura que estaba a la entrada, persiguiéndole mientras caía el día, cubierto sólo con la argolla y armado con un puñal y el ansia de venganza.
Ante mí, un pequeño bosque se alza. La luz de la luna, más que suficiente para la vista de alguien que se ha criado en las Tierras Altas, delata pequeñas manchas de sangre que brotan del lugar en que mi presa saltó de su montura, seguramente de la daga que le arrojé mientras montaba para huir. Está herido, entonces… excelente, aunque sus huellas en la tierra o entre las ramas partidas me bastan para seguirle, con esta luz.
Entonces, que continúe la persecución.
A mi derecha, un monolito con tres flechas pintadas hace que reconozca el lugar en que me encuentro: los bosques de Daganar. Aquí fue aniquilada la primera legión dridmaleña a manos de las tribus daganarinas… dicen que fue una batalla brutal, y los pocos legionarios que salieron con vida tuvieron tiempo de lamentarlo mientras los torturaban. Semanas después los encontraron entre las pilas de cadáveres de sus compañeros, locos algunos e inválidos el resto. ¡Ja! Con todo, el emblema de la legión –la flecha verde- continúa sin borrar, para que los extranjeros recuerden que Daganar permanecerá libre mucho tiempo.
A mi izquierda, una valla que sigo mientras me interno en la espesura, restos de las instalaciones de la extinta legión. ¿Por qué habremos acabado aquí? ¿El marrano tendrá aliados entre los daganarinos? Parece poco probable…
A poco menos de cien metros, la valla gira a la izquierda, el rastro de sangre también y yo con ellos…los grillos callan a mi paso, así que mi presa no está demasiado próxima: he de reducir esa ventaja antes de que pueda llegar al lugar que busca. ¿Qué es eso? Un poco más allá, a la derecha… aparecen los restos de la torre de los oteadores, que no fueron capaces de ver llegar a sus rubios asesinos. Inútiles así nunca hubieran podido sobrevivir en las tierras salvajes en las que me crié.
Y el rastro de sangre, tan leve que pocos se hubieran apercibido de él incluso de día, sigue internándose en la espesura, pasando por la senda que hay junto a la torre, hacia el lugar donde se puso el sol. Medio centenar de metros más allá, desconcertado, me detengo y olfateo el ambiente… ¿Por qué un dridmaleño vendría aquí a morir, de todos los lugares del mundo? Sin embargo, veo unas pocas gotas de sangre sobre un tocón y mis dudas se disipan: mi presa no debe escapar”
Mira el número grabado en el tocón que observa Abaher, su número es el valor de A.
La siguiente etapa comienza en las coordenadas 40º 16.8(A+3)1’N 3º 25.9(A+1)5’W
ETAPA SEGUNDA
“Una hora después sigo corriendo por la espesura. Lié un par de trozos de trapo que he encontrado alrededor de mis pies, que sueltan mucha más sangre que la que encuentro por el bosque: el rastro apenas está visible por la oscuridad y las pocas gotas que veo están muy espaciadas, tengo que usar toda mi habilidad para encontrarlas.
Mientras el camino se va empinando paulatinamente, paso junto a una piedra que tiene marcada una de las flechas verdes de la legión. Ésta era, entonces, una de las sendas que los soldados tomaban para moverse por aquí…
¿Qué interés tendría tomar esta zona? En la ciudad se dice que hay yacimientos de oro ocultas entre la maleza, y que en algunos refugios ocultos hay tesoros esperando a ser saqueados…
El ulular de una lechuza me saca de mis pensamientos, y el frío aire de la madrugada me hace estremecerme mientras camino lo más rápido posible. Según la bajada se va empinando, también se llena de piedras que hacen que mis pies se resientan… este hijo de perra pagará por cada una de estas magulladuras.
Con la cuesta se acaba la senda, y entre árboles caídos, otra lo cruza de derecha a izquierda. Mientras dudo cuál tomar, unas gotas de sangre –ya casi no se ven- sobre un tocón junto al cruce de caminos, solucionan mis dudas.”
Mira el número grabado en el tocón que estás viendo, es el valor de B.
La siguiente etapa comienza en 40º 17.0(B-1)(A)’N 3º 25.9(B+1)(A+2)’W
ETAPA TERCERA
“Aunque en el cruce no se veía ya ningún rastro que seguir, no me dejé engañar: mi presa estaba siguiendo el sendero de los legionarios, a saber por qué, y continué por él hacia el oeste, dejando la flecha verde a mi derecha. No comprendía el motivo por el cual los salvajes de esta zona aún no me habían emboscado, pero esperaba que mi suerte siguiera así. Un poco más allá, a cincuenta metros del último cruce de caminos, otro mojón con la misma marca desgastada… la senda continuaba y esperaba que no tardara en finalizar la persecución.
¡Un momento! ¿Qué es eso? Tras continuar algo más allá de la última flecha, aparecen a mi izquierda los restos de una escalera de piedra.
¿Una escalera, aquí? Subo los escalones dudoso, para ver sobre el último los restos, retorcidos y deformes, de un mono degollado. ¡Una emboscada! ¡He estado siguiendo todo el tiempo un rastro falso!
Antes de que pueda ponerme en guardia, noto un movimiento junto a mí, un impacto en el cuello y cómo mi sangre me salpica al brotar… el mundo se vuelve aún más oscuro mientras oigo:
-¡Muere, perro Daganarino!”
Cuenta los escalones de la escalera que has subido…pero sólo los que se encuentran en buen estado (e ignora los últimos dos, que ya no se sabe seguro si son escalones o piedras sueltas). Ése es el valor de C.
El caché se encuentra en: 40º 17.01C’N 3º 25.9C(B+2)'W
VERSIÓN ESPAÑOLA ARRIBA
FIRST STAGE
I was furious and gasping for breath due to the persecution, when I could reach the horse. The animal fell on the ground while it was neighing. Almost in just one movement I dismounted, cut the neck of the horse that was trying to stand up and cut the neck of my own horse. I did not mind that my prey could hear the noises or the last breathing of the horses.
As I, Abaher, have to kill a man tonight.
I curse the day that I left the place where I grew up, the Highlands.
I was tired of cold weather and starvation, trying hard every day just to survive. I heard about Dridma, a big city where someone like me can live easily, working as bodyguard for a rich man or stealing during the nights. That was my life in the outskirts during some weeks: persecuted by the guards but enjoying the taste of wine and women when I had enough money to afford it. And I liked it, it is much better than collecting chestnuts or lying in wait for a deer for hours over the snow...
But one night, in a dirty tavern, I had drunk too much that I brag about my exploits…three local men encouraged me while they offered me more drinks. I felt completely drunk and lost the conscience. I woke up in a humid cell, wearing only an iron ring around my neck, that ring was attached to the wall by a chain.
One week I suffered the blows and the jokes, eating only bad bread and drinking the dirty water that was over the ground after they used it to wake me up. Lashes, punches and my own excrement were my company. I remember the dridmaleño that guided them, a man in his forties, a bit overweight but with strong shoulders, with a well oiled light black bear and a little monkey on one of his shoulders, shouting in a terrible way.. They laughed at me, they called me wild one, assassin and pipsqueak …They did not know I was able to maintain all my brothers and sister since I was eight!!!
And now that I am fourteen I will show him that I am a real man. I will cut his neck as I did with his friends. They were so stupid for not keeping an eye on me when they thought I was sleeping. One of them even did not notice that he was dying. The other one had a good time with the chain around his neck while I tightened and loosen it… until I got tired of watching him dying.
It is a pity that the last man arrived when I was cutting the chain with a dagger, so he had enough time to escape with his horse while the deemed monkey keep screaming. But I found another horse that was at the door, so I went after him, wearing only the ring around my neck and armed just with a dagger but full of revenge desire.
In front of me not a forest appeared. The moonlight was enough for someone like me that had brought up in the Highlands. It showed small blood drops where my prey jumped from his mount. Maybe the dagger that I throw to him found its objective. He is injured, well…. Excellent, his footprints on the ground or the broken branches are enough for me to follow him.
The persecution must go on.
On the right, a monolith with three green arrows makes me recognize the place: the Daganar forest. Here the first dridmaleña legion was annihilated by the Daganar tribes… it is said it was a terrible battle and the legionnaires that survived really regret it as they were hardly tortured. Weeks later they were found among the rest of the dead bodies of their fellows. Some of them became mad, and the rest were seriously damaged. Ja!!!
That’s why the symbol of the legion, the green arrow, was not deleted: to remain the foreigners that Daganar will keep free for along time….
On the left there is fence that I follow as I walk into the forest. The fence is part of the legion settlement remains. Why are we here? Maybe has the pig Daganar allies? It is not very likely.
In less than 100 meters the fence turns to the left as well as the blood drops, so I follow them. The crickets stop singing when I pass, my prey is not near. I should reduce the distance before he reaches the place he is looking for. What is that? Not far, on the right, a watchman tower remains appear. They were not able to detect their blonde persecutors. Stupids like that can not survive in the wild land where I grew up.
The blood drops were so small that few people could have noticed them, even in the sun light. They keep on going into the forest. They follow a path by the tower, toward the place where the sun sets. Around 100 meters far, I stop, a bit puzzled, to analyze the area. Why does a dridmaleño choose a place like this to dye? However I see some blood drops over a fallen tree and my doubts disappear. My prey must not escape.
Watch the written number on the base of the cut tree that Abaher is watching at. This number is the value of A.
The next stage will continue in the coordinates 40º 16.8(A+3)1’N 3º 25. 9(A+1)5' W
SECOND STAGE
One hour later I am still running in the forest. I have put some pieces of clothes over my feet. The trail is hardly visible; the distance between the blood drops is bigger so I have to use all my capabilities to find them. The path slopes continuously. A stone has the green arrow mark, the Legion mark. So this is one of the paths that the soldiers used in the forest…
Why is this area so valuable? In town it is said that there are hidden golden mines and also hidden mountain refuges full of treasure, waiting to be sacked…
An owl that hoots takes me out of my thoughts. The cold night wind makes me shake. I try to walk as quickly as I can. As bigger the slope is, more stones are in the path. They hurt my feet a lot. This son of bitch will pay for each of my bruises.
The path finishes at the end of the slope. Among fallen trees, there is another path that crosses from right to left. While I wonder which one I should choose, I discover some small blood drops over the base of a cut tree. They clarify my doubts."
Watch the number on the base of the cut tree, next to the path. It is the value of B.
The next stage will continue in the coordinates:
40º 17.0(B-1)(A)’ N 3º 25.9(B+1)(A+2)’ W
THIRD STAGE
"In the cross road there was no trail to follow, but I knew what to do. My pray have followed the legionnaires’ path. Who knows the reason. So I follow this path to the west, leaving the green arrow on the right. I did not understand the reason the wild men have not set an ambush for me yet. I hope my good luck does not end. A bit further , around 50 meters from the last crossroad, there is another faded mark, …the path continues but I hope the persecution will finish soon.
Wait a moment. What is that? A bit further, from the last arrow, on the left, I can see part of a stone made stairs.
Stairs, here? I climbed the steps, and then I saw on the last step the rest of a monkey with its throat cut. An ambush!. I have followed all the time a false trail!.
Before I can defend myself, I feel a movement next to me, a hit in my neck and the blood running. The World is even darker when I heart: “Die, Daganarino bastard!”"
Count the stair steps that you have climbed; only the ones that are in good conditions (ignore the last two steps as it is not clear if they are steps or just stones). This will be C.
The cache is in: 40º 17. 01C’ N 3º 25.9C(B+2)’ W