Cuentan la leyenda que, una noche hace ya algunos años, en la carretera Nacional V a la altura de la base aérea de Talavera la Real (Badajoz), una mujer portuguesa embarazada tuvo un terrible accidente con su coche terminando el vehículo estrellado contra uno de los muros del recinto militar.
La chica, aún con vida y atrapada en el coche, pidió ayuda al soldado que se encontraba de guardia en la garita, pero éste, seguramente por miedo a dejar solo su puesto de control, no acudió a socorrerla si no que llamó a sus compañeros para que la auxiliaran pero cuando los militares llegaron ya era demasiado tarde. Tanto la mujer como su bebé habían fallecido.
Desde entonces, varios conductores que circulaban por la noche y solos por la N V a la altura de la base aérea han visto cruzar el asfalto de la carretera a una mujer vestida blanco que parecía llevar un bulto entre sus manos, dicen que esta visión espectral cruza la carretera lentamente desde el arcén izquierdo al derecho desapareciendo junto a la tapia de la base militar.
Aquellos conductores que se han encontrado con tan aterradora aparición la describen como una mujer delgada que lleva un vestido largo compuesto por retales o harapos manchados de sangre en su parte inferior. Cruza la carretera como flotando, pues no han visto que sus pies entren en contacto con el suelo. Algunos testigos han podido entrever en el bulto que lleva en sus brazos a un bebé, el bebé que supuestamente perdió en aquel fatídico accidente.