Sendero de los reales sitios:Pte de los Anzoleros Traditional Cache

     Carlos III ha pasado a la historia con dos imágenes contradictorias: por un lado, el rey positivo y laborioso que hizo de Madrid una auténtica capital, impulsó el comercio y las industrias y construyó más caminos que nadie desde tiempos de los romanos; y por otro, el mayor trota campos del reino, a tal punto que se sentía triste cuando llevaba unos días sin ir de a caza o pesca.

Camino enlosado de granito

     El barón de Bourgoing, que viajó por España entre 1779 y 1795, nos describe este sendero así: “A un cuarto de legua del real sitio tiene su cauce un modesto río, el Eresma, que proporcionaba a Carlos III uno de sus placeres favoritos, la pesca. El monarca hizo allanar en forma de aceras las tortuosas y quebradas orillas, con escalones de piedra y de césped cuando el terreno lo exigía”.

Puente del Anzolero

 EL CAMINO:

     De camino hacia el cache, una vez atravesado el puente de las Pasaderas, la obra real comenzará a hacerse aún más visible: losas, peldaños, refuerzos, muros de contención. Todo ello, encajonado entre peñascos, cascadas, pozas, helechos y madreselvas, donde nos iremos encontrando el viejo salto hidroeléctrico del Olvido, el puente del Anzolero, la presa que abastece al citado salto y el puente del pueblo de Valsaín.

Vistas de la Presa

Cartel cercano al cache

Inscripción en el suelo utilizada por Carlos III  para delimitar las propiedades de la Corona

     Espero que disfrutéis con el camino hasta el tesoro, pero recordar que el verdadero tesoro es el entorno donde esta escondido, en la antigüedad solo accesible a los reyes.