ERMITAS - MADRID - San Blas y Virgen del Rosario
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Difficulty:
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Terrain:
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Size: 
(small)
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Caché bajo Código Omega:
1. El principal objetivo del caché es mostrar/descubrir parajes y lugares interesantes y poco conocidos
2. Localizar el contenedor es importante pero carece de sentido si no disfrutas y exploras la zona
3. Conseguir un caché supone asumir un reto, llegar al lugar y localizar el mismo, la investigación, el esfuerzo y la aventura dan sentido a esta actividad
Si no estas de acuerdo, mejor no lo visites
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Inauguro con este caché una serie temática bajo la denominación de "ERMITAS" que os invito a ampliar y documentar.
De camino al caché se hace imprescindible visitar la ermita dedicada a la Virgen del Rosario, patrona de la localidad, se encuentra en N 40º 46,157 W 003º 47,265, a la que se accede a través de un torno en la valla y tras subir una pedregosa ladera.
El caché se encuentra junto al templete a San Blas, os comento algunas notas acerca de este lugar:
La primera noticia de la Ermita de San Blas se tiene el 13 de septiembre de 1641, día en el que se consagró. Cuenta la leyenda que existía un poblado en la zona llamado San Blas y que un día cayó en una olla una salamanquesa y el poblado entero murió envenenado. Nadie quiso vivir allí nunca más.
Hoy día esta ermita cobra importancia el día 3 de febrero, festividad de San Blas, cuando los habitantes del pueblo se desplazan allí en romería.
San Blas fue médico y obispo de Sebaste (Armenia) que curó de sopetón, con sólo imponerle las manos, a un niño que no podía respirar porque tenía una espina de pescado atravesada en el gaznate. Por eso es el patrón de los otorrinolaringólogos y por eso hay mamás que aún repiten, cuando el churumbel se les pone azul: "San Blas bendito, que se ahoga el angelito".
El famoso milagro sucedió en el año 316, momentos antes de que los enemigos paganos del santo, haciendo gala de un fino humor negro, le cortaran la garganta. Menos conocida es la historia eremítica de san Blas, aquella época en que, para librarse de la persecución de Diocleciano, se refugió en una cueva del monte Argeo; una cueva a la que se acercaban todos los animales pachuchos del bosque con la seguridad de ser sanados.
Su compenetración con las bestias era tal, que cuando los romanos venían buscando fieras para echar a los cristianos, una sola voz del obispo-medico bastaba para que éstas se esfumaran sin dejar rastro. Ironías del destino, luego a san Blas se le consideraría, como a san Eustaquio y a san Huberto, protector de los cazadores. A este san Blas, amigo de la naturaleza y la vida retirada, le hubiese agradado la pequeña ermita que lleva su nombre en las dehesas de Miraflores, al pie de la Najarra.
También le hubiese gustado la vecina hoya de San Blas, como se conoce el valle que se forma entre la Cuerda Larga y las laderas orientales de la Pedriza, y por el que corre el arroyo del Mediano en busca del Manzanares. Que una de las montañas que cierran este valle, precisamente donde ambos macizos se tocan, se llame alto de Matasanos, quizá le hubiese hecho menos gracia, pues, como ya se dijo, era médico.
Al caché y a la ermita del Rosario se puede llegar en coche, en bici, en moto, a pié con niños o sin ellos, es muy facilito. Pero mi recomendación es dejar el coche en Soto del Real y dirigirse a pié o en bici para disfrutar de la zona y sus paisajes.
Como no podía ser menos, el contenido del caché es temático de objetos religiosos y pido se mantenga así, es de pequeño tamaño, para que lo tengais en cuenta para los intercambios.
Additional Hints
(No hints available.)