ANTIGUA FABRICA DE
ARMAS
Informe de un agente secreto francés, 1835
Aunque de corta existencia, (1784-1884), la Real
Fábrica de Armas y Municiones de Orbaizeta tuvo una intensa y
azarosa historia, fiel al turbulento siglo XIX. Su importancia
militar se refleja en la lista de los protagonistas que
estuvieron en ella, caso de los Generales Morillo y Reille,
Espoz y Mina o Zumalacárregui; a los posteriores ilustres
visitantes como Valle Inclán, Hemingway o los fotógrafos
Echagüe y Sta M. del Villar.
La antigua ferrería del Valle de Aezkoa,
conocida desde 1432, y sus Montes Comunales fueron cedidos
gratuitamente a la Corona española, eso sí con engaños, a cambio de
la construcción de la Fábrica y el trabajo que decían iba a
generar.
La Fábrica sólo fue un imán
para las cinco guerras de la época, (1793-1875), sufriendo el
Valle todas sus nefastas consecuencias. Tras producir durante
años munición, y en alguna etapa incluso cañones, pasó a
mediados del s. XIX a producir hierro de calidad, que luego
era transformado en las fábricas de Trubia y Oviedo en
Asturias. Malviviendo desde 1869 tras un incendio fortuito,
terminó cerrando sus puertas en 1884 por el auge de los Altos
Hornos.
Desde su apertura El Valle de Aezkoa denunció el
fraude de la cesión. Así en el informe de 1790 se afirma que:
el inocente
candor de los que asistieron al otorgamiento, su ignorancia ó poca
instruccion en el idioma castellano y el aparato ó combite
magnifico, con que quiso lisongear su gusto el
comisario...
unas
bentajas imaginarias, y que el terror que se procuro infundirles
como tambien respeto á la R. orden misteriosamente reserbada y
finalmente de las persuasiones aluzinados...
Aezkoa luchó durante años,
a base de abogados y cuantiosos gastos en viajes a Madrid, la
devolución de sus montes. En 1851 recurrió a la justicia
ordinaria navarra, pero también fracasó. El Valle siguió
intentándolo en el Parlamento de Madrid, pero fue inutil. La
guerra civil del 36 cerró cualquier puerta a la devolución. No
fue hasta los años 1975-79 cuando Aezkoa por fin fue
escuchada, siendo devueltos los Montes a sus habitantes entre
los años 1979-82.
La Fábrica es una joya de la arqueología
industrial peninsular. Construída bajo la influencia del
Enciclopedismo francés, con una moderna visión donde además de la
producción cobraba protagonismo la salud y vida diaria de los
trabajadores. Más de 150 trabajadores y sus familias, junto a
tropas de vigilancia vivieron durante años en este frondoso y
perdido rincón de la Selva de Irati.
Hoy es el día en que el
Valle de Aezkoa, tras recuperar sus montes, aspira a recuperar
también la Fábrica, en lamentable estado de ruina y continuo
deterioro.
En 2007 ha sido declarada Bien de
Interés Cultural, por ser una joya de la arquitectura del siglo
XVIII, fundamental para el estudio de la arqueología industrial y
la historia de las Fábricas Reales a nivel peninsular y que merece,
para el bien de todos, que se mantenga en pie como monumento vivo
de nuestra historia.
Es un hito en la historia navarra y
peninsular, un libro abierto que relata la historia del siglo
XIX.
AVISO
:
pendiente
de recuperación, por su estado de ruina, se ruega MÁXIMA PRECAUCIÓN
en caso de adentrarse en la parte baja de la fábrica, o descender
al río a ver sus arcos.
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