Pde: Fuencarral pueblo Madrid
Fuencarral es una villa con origen antiguo. Se ha señalado en
ocasiones el año de 1202 como momento en que ya existía, pero puede
ser incluso anterior el asentamiento de esta población; también se
ha dado la fecha de 1375 como fundación. A pesar de que todas estas
fechas hacen referencia a momentos de la historia real de la Villa,
lo natural es que ya existiese en el s.
XII.
Como nombre reconocido, “Fuencarral” es ya señalado en 1579, en
época del rey Felipe II. En este lugar se hallaba una fuente donde
paraban los carreteros para que abrevasen sus bestias, como al
sitio donde paraban los carros se denominaba “carra”, de ahí el
nombre de “Fuencarral”. La existencia de fuentes daba lugar a un
asentamiento de población. A principios del s. XX, todavía existía
esta fuente a la que se conocía con el nombre de “Fuente del
Concejo” y estaba en el camino viejo de
Alcobendas.
Como
de costumbre las narraciones y comentarios históricos trasmitidos
de forma más o menos oral aportan diferentes versiones, entre las
cuales se encuentra otra versión que reconoce también por origen el
nombre de una fuente llamada del Real, de la que se surtían los
Reyes, que con frecuencia pasaban y aun pernoctaban en este lugar,
no pudiéndose precisar en la actualidad cual sería aquella
fuente.
Por
lo que se puede concluir que el elemento referencial es la
fuente.
Se
puede establecer el origen de la villa o de su nombre en una fecha
anterior a 1242, año en que el Padre Fita transcribe la leyenda de
la Virgen de Valverde y su traslado al pueblo, que lógicamente ya
existía y tenía
nombre.
La
“prosperidad” de Fuencarral va en ascenso desde el momento de su
fundación. Es a mediados del s.XV cuando se encuentran datos de su
población y nos hablan de “sesenta vezinos” en el momento en que
fue arrasado durante las guerras entre los infantes de Aragón y
Juan
II.
Esta
historia, según la cuenta detalladamente el Padre Fita tomando lo
datos de la Crónica de Juan II, resulta que Juan de Puelles,
partidario de Aragón se apodera en 1445 de Torija, Alcalá de
Henares, Alcalá de la Vega y San Torcaz, quedándose a residir en
Torija como alcalde o lugarteniente del rey de Navarra. En la
primavera de 1445 es cuando data el Padre Fita la destrucción de
Fuencarral, indudablemente, aunque la Crónica lo calle, pasaron el
Puente de Viveros sobre el Jarama, talando las comarcas de
Fuencarral. Aunque en todo el curso de aquella cruel guerra no
llegó el momento para que Mosén, Juan de Ruella realizase la hazaña
que tan cara costó a los fuencarraleros, unos pagaron con su vida,
otros con su libertad y todos con su hacienda y casas incendiadas.
Esto lo cuenta Zurita, en su paso por esos lares, cuando andaba de
viaje.
La
caza es abundante, “…venados, gamos y puercos jabalines y liebres y
conejos, y esto en mucha cantidad, porque el dicho lugar de
Fuencarral está una legua del Pardo, que es un monte y bosque del
rey nuestro señor, donde ahí se cría grandísima cantidad de caza, y
de allí sale a comer en el término y tierras del dicho lugar de
Fuencarral”.
En la
segunda mitad del s.XVIII, se realiza el Catastro del Marqués de la
Ensenada, el primero de Madrid, donde se recoge que de los
cuatrocientos cincuenta vecinos trescientos veintiocho son
agricultores, sólo ocho artesanos y cuatro
albañiles.
En
1763, según Tomás López se dice de Fuencarral, “es uno de los
mejores lugares de este contorno, tienen mucha labranza de granos y
coge muy buen vino
moscatel”.
De
los nabos de Fuencarral no es necesario hablar, pues todos saben
que no las hay de mejor sabor”. Y es que debían de ser tan
conocidos que Don Leandro Moratín usó el tema para satirizar a los
enemigos de su protector Cabarrús en la desconocida “Carta sobre el
comercio de los nabos de Fuencarral”. Pero hay que incluir en la
producción la miel, y con gran importancia los
huevos.
Más tarde consigue que todos puedan vender huevos, nabos,
verduras,… pero no lo autorizó de forma totalitaria, sino que sólo
fuesen doce vecinos a Madrid con frutas y además legisló el número
de jumentos que debían cargar; los condicionó a elaborar un
memorial del asunto y presentarlo en el
Ayuntamiento.
Pero si este comercio debiera denotar cierto esplendor económico,
no se percibe, muestra de ellos son las palabras de Ponz: “muy poco
que decir en nuestro asunto de artes dentro de su iglesia ni en la
del cercano santuario de Valverde”. Y la misma impresión se deduce
de la “relación de Lorenzana (26-I-1780)”, donde no se menciona
ningún edificio
destacado.
También
se incrementa la tierra dedicada a regadío (habas, guisantes,
melones y los famosos nabos), y aparecen nuevos cultivos como el
olivo y la higuera, aunque en poca
extensión.
Fruto,
o derivada, de la agricultura se desarrolla una incipiente
industria. Ya se venía produciendo esta actividad desde el s. XVIII
y de época de Carlos III cuando se estableció una “Fábrica de
jabón”. Madoz, en 1847, cita tres fábricas de jabón duro con sus
correspondientes almacenes de aceite y un molino de chocolate. En
1912 son cinco las fábricas de jabón, tres de vasijas, una de
glicerina y otra de
grasa.
En el
año 1883 aproximadamente, es cuando aparece un contrato con un
particular que se compromete a construir la fuente y ejecutar las
obras necesarias a cambio de ciertos privilegios o cesión de los
terrenos, pero esta obra no se llevó a
cabo.
En el
año 1885, la Diputación Provincial trató de establecer el hospicio
en las afueras de Madrid, el vecindario cedía gratuitamente los
terrenos necesarios en el sitio que se conoce con el nombre de
“Cuesta del Olivo”, cerca de la población, con la condición de que
al ejecutar las obras y llevara las aguas al citado establecimiento
dejaran una fuente en la población. Pero tampoco se llegó a
realizarse.
En 1891, en vista de que todos los proyectos quedaban en
negociaciones se mejora la fuente del “Saceral”, con dos caños,
pues solo tenía uno, una plazoleta y las balsas de agua sobrante,
se utiliza como
lavadero.
Madrid se aproximó a la Plaza de Castilla con la construcción de
Tetuán de las Victorias y el tranvía a Colmenar Viejo, que partía
desde los Cuatro Caminos y contaba con estación en el pueblo. Entre
tanto crecían las fábricas y proliferaban las
verbenas.
El 20
de octubre de 1951 la villa de Fuencarral fue incorporada a la
capital de
España.
(Información
recopilada en www.fiestafuencarral.com)
Del
caché solo tengo que deciros que es un micro, eso si, de los micro
de toda la vida, bueno en realidad es un primo hermano
. Dentro solo encontrareis un
"microlibroderegistro", así que no olvideis llevar un boli ó un
lapiz para que podais dejar constancia de vuestra
visita.
Bueno, pues solo espero que paseis un agradable rato cuando lo
busqueis y que os lleveis una pequeña alegría cuando deis con él,
esa, al menos, ha sido mi intención cuando lo escondí ahí para
vosotros.
La zona, según a que horas, está muy transitada, por favor tened
mucho cuidado con los "geocotilas" que abundan por
doquier,gracias.
Y como siempre acostumbro a deciros,
¡¡¡ "Vista, suerte y... a por el caché" !!!
Churro
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