Este caché es un hybrid letterbox. El contenedor NO ESTÁ en las coordenadas indicadas, sino que deberás seguir las indicaciones que se dan a continuación para encontrarlo.
¡¡¡IMPORTANTE!!! En el contenedor encontrarás, junto al logbook y los típicos objetos de intercambio, un sello que podrás estampar en tu libro personal de Hybrid Letterbox completados.
¡¡¡EL SELLO NO ES UN OBJETO DE INTERCAMBIO Y DEBERÁ PERMANECER EN EL CONTENEDOR!!!
Además, si dispones de tu sello personal, no olvides estamparlo en el logbook.
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NOTA DE LOS AUTORES:
La historia de este caché es inventada y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Nunca hemos conocido un enano que se lleve mal con los gnomos, sino que siempre se han mostrado como seres bondadosos, generosos y respetuosos con el resto de seres del bosque.
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Extracto de un trozo de papel encontrado en el embalse de La Pedrera durante un CITO (las coordenadas son las señaladas en el inicio de este listing):
l ataque de esos malditos enanos fue rápido y letal… Nos masacraron y nunca tuvimos una oportunidad de sobrevivir. Pero mi hermano y yo decidimos proteger el tesoro a toda costa.
Ambos estábamos malheridos y no había garantías de que sobreviviéramos, pero el legendario orgullo de los gnomos nos daba aliento. Cogimos el tesoro por el que tantos de los nuestros habían muerto en la Guerra de las Sombras y saltamos a las aguas del embalse de La Pedrera , mientras una lluvia de flechas procedentes de los arcos de los enanos trataba de darnos alcance.
A duras penas conseguimos llegar a nado a la playa… Mi hermano había perdido mucha sangre y se apoyaba en mí al salir del agua como si yo no tuviera bastante trabajo con cargar el inmenso cofre y con mis propias heridas. En seguida supe que no conseguiríamos llegar hasta nuestra diosa Artemisa con tan pesada carga, por lo que decidimos esconder el tesoro en los alrededores de aquel embalse y tratar de llegar caminando hasta su palacio. Dibujamos algunas marcas cerca del escondite para que nos ayudaran a orientarnos en el futuro y rezamos por que los enanos no lo encontraran antes… Después comenzamos el largo camino de regreso a casa.
Cuando habían transcurrido 32 jornadas de camino en dirección oeste, mi hermano no pudo más. Me miró fijamente, como despidiéndose de mi y se transformó en árbol, como cada uno de los nuestros hace cuando llega su momento.
No era tiempo ni lugar para las lágrimas. Artemisa me esperaba. Continué siempre hacia el oeste y seguí mi camino durante 60 jornadas más.
Y aquí me encuentro ahora… Las heridas han empeorado y no se si podré aguantar otra noche a la intemperie… Rezo porque si no despierto nunca, alguien localice este diario y pueda devolver el tesoro de los gnomos a la diosa Artemisa algún día…
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Deshaz el camino que recorrió el gnomo y encuentra su tesoro. Por cierto, como todo el mundo sabe, una jornada de camino para los gnomos equivale a un metro.