Una vez que abandonamos el Azud del Mesto, continuamos paralelos al rió, la ruta continúa completamente llana sobre la plataforma del Canal de Isabel II, con el Guadalix a mano derecha, en su profundo cañón, encajado por un sistema de fallas en el duro pie de monte gnéisico. En sus orillas predominan los alisos (de donde algunos autores creen que proviene el nombre del río: Guadalix = río de los alisos).
En el talud que nos va acompañar a nuestra izquierda destacan los arbustos y plantas aromáticas: jara, tomillo, cantueso, romero, encinas y enebros de miera.
Tras más de 2 km de apacible discurrir, se llega a una zona rocosa, la Peña del Águila. Aquí la roca va a cambiar, son calizas, fieles exponentes del reborde calizo que rodea todo el Sistema Central. La vegetación, por tanto, también va a variar, dominan ahora la coscoja, la jara blanca y el espino.
Como comprobareis, por esta zona, el canal tiene que atravesar la montaña. Pues prepararos también vosotros porque para encontrar el cache, también la tendréis que atravesar.
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