Los antiguos baños sirvieron al pueblo durante años como lugar de esparcimiento y recreo, además de contar con las beneficiosas propiedades de las aguas medicinales. Enclavados en la ladera de la sierra que acoge al patrón del pueblo, San Isidro, están rodeados de un bello entorno natural y cuentan con unas buenas vistas de la zona. Los edificios están abandonados y casi en ruina, pero dan una idea de la vida que debieron acoger hace unas décadas.
Para acceder al caché basta con seguir el camino "de los baños" hasta encontrarlos a la izquierda del mismo. Es un recorrido de alrededor de kilómetro y medio desde la plaza del pueblo. El camino está en buenas condiciones y el desnivel es muy leve. Se puede llegar fácilmente paseando.