Montclús Multi-Cache

El conjunto arqueológico de Montclús  es un lugar único. Estoy seguro que los que no lo conozcáis lo vais a encontrar fascinante. Posiblemente  el día que lo visitéis vais a hacer pocos cachés ya que está en un lugar remoto y la visita se ha de hacer pausadamente, pero en mi opinión la visita a este lugar, merece mucho la pena. Un terremoto en la antiguedad, partió el pueblo de Montclús por la mitad, creando al mismo tiempo un paisaje mágico.

La excursión, con precaución, no ha de ser peligrosa pero precisamente porque se exige precaución, no la recomiendo con niños pequeños. Mucha precaución al acercarse a los bordes de las plataformas, pueden estar degradados y la caída sería seguramente mortal. Tocar las rocas lo menos posible y caminar con precaución. La fragmentación de las rocas es muy notable, así que hay que estar muy al tanto donde nos apoyamos o donde pretendemos subirnos.


Puedes llegar al lugar desde Santa Linya en coche por una buena pista y bien indicada, en menos de un cuarto de hora. Las coordenadas del listing corresponden a la zona para aparcar.

Acuérdate de traer cámara y linterna (vas a visitar una cueva).

Montclús

Montclús  nació y creció alrededor de su castillo, cuyo origen hay que buscarlo en las luchas entre cristianos y musulmanes que, en esta zona, se terminaron cuando Arnau Mir de Tost conquistó definitivamente el Valle de Àger en 1047. La primera noticia que se tiene del castillo de Montclús  data del año 1060 y su emplazamiento se debe a razones estratégicas: desde aquí se dominaba el paso donde había uno de los pocos puentes sobre el río Noguera Pallaresa, y que había que vigilar. El castillo formaba parte del conjunto de fortalezas de la frontera del condado  de Urgell.


Los primeros pobladores que llegaron aquí, hallaron un profundo barranco flanqueado de grandes monolitos y agujas calcáreas, rodeados por laberínticos pasillos que ofrecían fácil defensa por lo que construyeron un  castillo que por esos motivos había de ser inexpugnable. Para la edificación del castillo se tuvieron que tapar algunas grietas con rellenos de escombros y algunas se salvaron con pequeños arcos, consiguiendo así una plataforma plana sobre la que se construyó  el castillo. Después se levantó una pequeña capilla de planta irregular, ya que debía adaptarse al espacio disponible. La capilla fue dedicada a Sant Urbà (San Urbano) y se ha restaurado hace poco tiempo. Más tarde llegarían pobladores que construyeron sus humildes casas donde podían, formándose así el barrio bajo o Jussà,  alrededor del castillo. Un poco más allá, pero al otro lado de la profunda brecha se construyó el barrio alto o Sobirà (con edificios más regios) unido al castillo por una pasarela o pequeño puente de madera.


Según nos cuenta la leyenda, la gente de Montclús era muy pecadora, y recibieron el castigo divino el 3 de Marzo de 1373, cuando un seísmo arrasó el pueblo matando a todos sus habitantes. Tan sólo escapó a la tragedia una pobre viejecita que oraba en la ermita de Sant Urbà (San Urbano), ya que el templo resultó indemne.

La condena de este pueblo se debió al tipo de rocas y a su disposición  en el espacio, sobre las que se asentó el poblado. Se trata de rocas calcáreas de origen lacustre dispuestas sobre una capa arcillosa, muy bien estratificadas pero la disposición de los estratos no es horizontal, sino que están  ligeramente inclinados hacia el norte. Al erosionarse los sedimentos que las cubrían, las rocas quedaron a la intemperie y a merced de los elementos, que las fragmentaron (con diaclasas). El terremoto de 1373, que los expertos sitúan en el Valle de Aran con una magnitud estimada de 6,2 grados, y  debido a la inclinación de los estratos y a la existencia de la capa arcillosa, hizo temblar, desplazar y tumbar los bloques sobre los que se asentaba Montclús, como si fueran las fichas de un dominó . Como consecuencia del seísmo la separación  entre barrio Jussà y Sobrirà se hizo mucho mayor  y casi todo el barrio Sobirà se hundió y desapareció bajo toneladas de roca en el barranco originado.


El caché

Te propongo un interesante recorrido por Montclús. Para ello te sugiero que te  descargues el track que te facilito que incorpora además los waypoints necesarios y te orientará por donde debes de ir pues los  no son siempre evidentes. En las siguientes fotos puedes ver una impresión de los waypoints y track y una foto con los recorridos un cartel informativo existente. Las coordenadas del listing se corresponden con la zona de aparcamiento.


Paso ahora a describir el recorrido que tienes que hacer para disfrutar del lugar y a la vez recopilar los diferentes valores que necesitarás para encontrar el caché. Yo te propongo un orden pero lo puedes alterar a tu gusto.

Después de dejar el coche en la zona de aparcamiento nos dirigiremos hacia el mirador. Allí tendrás una buena visión del conjunto. En la base de uno de los postes de la barandilla protectora encontrarás en una placa, el valor de A.

Ve ahora hacia la "plaza". Allí encontrarás otro mirador con unos paneles informativos y dos bancos. En uno de ellos, por debajo, encontrarás una placa con el valor de B.

Baja ahora las escaleras, no sin contar el número de escalones ya que su número, múltiplo de 5, constituye el valor C.

Ves siguiendo el sendero entre la espesa vegetación y cuando veas una bifurcación hacia la izquierda con unos escalones de piedra, tómala. A los pocos metros desvíate nuevamente hacia la izquierda para visitar la única pared que queda del castillo. Como verás hay dos niveles de ventanas aspilleradas: un nivel que queda muy por encima de nuestras cabezas y otro, con muchas menos ventanas, a nuestra altura. Cuénta estas últimas en el muro que queda del castillo pues su número es el valor D.

Vuelve al sendero y toma dirección a la ermita de Sant Urbà. Poco antes de llegar a la misma te puedes desviar a la derecha para visitar lo poco que queda de lo que fue el barrio bajo o Jussà. A destacar un fragmento de muro en las que las piedras se colocaron como formando espigas.

Vuelve sobre tus pasos y visita la ermita de Sant Urbà, perfectamente restaurada. Cuénta las ventanas u otro tipo de oberturas por las que entra la luz (ya te digo que hay una a nivel de suelo) siendo ese número el valor E. En el borde inferior de la puerta de madera de la ermita existe una placa con el valor F. Ayúdate de un espejo o de una cámara, para poder descubrir ese valor. Por detrás de la iglesia tendrás vistas hacia el otro lado del barranco, donde se asentaba el barrio alto o Sobirà. Se cree que en ese punto habría antiguamente la pasarela que cruzando una brecha, comunicaba los dos barrios.

Vuelve sobre tus pasos hacia la bifurcación tras los escalones de piedra y gira a la izquierda, hacia abajo, en dirección a la cueva. Unos metros antes de la cueva encontraremos en la pared que tenemos a la izquierda, una profunda fisura de unos cm de ancho pero metros de altura. En el suelo y metido a medias en la fisura, encontrarás un palo con el valor de G. Déjalo todo como lo has encontrado.

Visita la cueva que tiene unos 30 metros de profundidad y después dirígete al "laberinto" formado una especie de calles estrechas  que no son más que grandes fisuras verticales en las masas pétreas, por las que se puede deambular. Saliendo de la cueva, el "laberinto" está justo detrás de la pared que tenemos a la derecha. Podemos ir por sendero o atravesando una pequeña puerta natural que nos permitirá pasar a ese lado antes de alcanzar la bifurcación.

Toca ahora bajar hacia el barranco y recorrerlo en un tramo. Caminaremos a nivel de la base de los grandes monolitos apreciando el caos producido por el seísmo y observando grandes masas pétreas en complicados equilibrios. El panorama es impresionante. Después de recorrer un tramo del barranco y notar el aire fresco y húmedo proveniente del subsuelo nos desviaremos a la derecha por una canal custodiada por una inquietante aguja, para subir al barrio alto o Sobirà. Una vez arriba nos desviaremos a la izquierda para poder ver dinoicnitas que no son más que huellas fosilizadas de dinosaurio (ver foto), sobre una gran placa inclinada. Escasos metros antes de la placa, en las coordenadas de referencia del waypoint, encontraremos en la base de una sabina tamaño arbusto , de la que salen tres ramas, y atado con un alambre una placa con el valor de H.


Volvemos hacia la bifurcación y esta vez vamos hacia la derecha donde después de observar algún resto de edificaciones llegaremos al punto más alto, con los restos de una edificación que debía ser importante (castillo, palacio) teniendo en cuenta el notable grosor de los muros. Antes de subir a coronar el muro en las coordenadas de referencia, mira el tramo de muro a nuestra derecha. Existe en el mismo un agujero muy evidente y dentro de él hay una piedra con una placa con el valor I. Déjalo todo como lo has encontrado. Desde lo alto de estos restos tendremos una perspectiva diferente de ermita y castillo. Ya es complicado seguir más adelante pues es donde los efectos del seísmo más se hicieron sentir y los accesos son complicados.

Volvemos a bajar por la canal pero esta vez cruzamos el barranco para subir por un sendero que bordea el pie del monolito sobre el que se apoya el castillo. En un momento dado encontraremos en la pared de piedra algo parecido a un portal que sin ser profundo, sí puede ofrecer cierto cobijo. Enfrente de este portal, a unos metros veremos enterrada a ras de suelo una antigua piedra de molino. Justo al lado de esta piedra, sobre el tronco de una encina y a pocos cm del suelo, verás una placa con el valor J.

Y con esto ya conoceremos bien el lugar y tendremos los datos suficientes para una recompensa adicional: el caché.

Las coordenadas del caché son:

 
Espero que os guste!!!