HISTORIA
La razón fundamental que movió a Felipe II a erigir en 1571 la ciudadela de Pamplona era proteger el extremo occidental de la frontera pirenaica del vecino y enemigo francés, en un territorio, Navarra, que hacia menos de cien años había sido independiente. Se trataba, en definitiva, de prevenir la invasión, rebelión o traición.
El encargado de las trazas de la ciudadela fue el célebre ingeniero militar Giacomo Pelearo, de sobrenombre “el Fratín”. Junto con el virrey de Navarra, Vespasiano Gonzaga y Colonna, ideó un sistema defensivo acorde con la teoría de de fortificaciones propia del Renacimiento italiano, entonces la más sofisticada y que se había puesto ya en práctica en la ciudadela de Amberes. Ello la convierte en el mejor modela de arquitectura militar del Renacimiento español.
Sigue el plan de un pentágono regular, con baluartes en sus cinco vértices. Actualmente se conservan tres, el Real, el de Santa María y el de Santiago; el de la Victoria se encuentra demolido y del de San Antón se pueden observar los cimientos en una de las salas del Centro de congresos y exposiciones Baluarte. Básicamente, la ciudadela debía resistir el asedio con artillería, cada vez más potente y con mayor alcance; para ello era fundamental el diseño de muros muy gruesos y bajos rellenos de tierra para absorber los impactos de la artillería así como grandes fosos que alejaran al enemigo de nuestros muros; los baluartes con forma de punta en los vértices buscan dividir al enemigo en su acercamiento a nuestra fortaleza de tal forma que siempre le podremos atacar desde sus dos lados.
Esta obra necesitó de muchos años hasta poderse considerar concluida en el año 1645, y aún así continuó transformándose e incorporando novedades de la ingeniería militar. Así se construyeron las lunetas o revellines entre los baluartes en 1685, en un intento por adaptarla a los sistemas defensivos del ingeniero francés Vauban. Y en 1720 se construyó la nueva puerta del Socorro en su posición actual.
En 1874, tras el bloqueo sufrido en las guerras carlistas, la ciudadela comenzó a quedarse obsoleta debido a la potencia de fuego de las nuevas armas y se planteó construir un nuevo fuerte, el de Alfonso XII, en el monte San Cristóbal.
A mediados del siglo XIX, empezaron a manifestarse las consecuencias negativas para la población civil de ser una plaza fuerte, pues ello le impedía extenderse y crecer. Pamplona, logró, en 1888, demoler los dos baluartes próximos al núcleo urbano para construir el Primer Ensanche.
En 1964 la ciudadela y sus terrenos fueron cedidos por el Ejército al Ayuntamiento de Pamplona, quien tras diversas obras de remodelación y adecuación los ha convertido en lugar público de ocio y cultura.
HECHOS HISTORICOS OCURRIDOS EN LA CIUDADELA
La ciudadela de Pamplona no ha sufrido episodios significativos defensivos. Por ello pocas veces ha sido sitiada, aunque sí ha sido tomada.
En 1808, antes del comienzo de la guerra de la Independencia, los soldados franceses tenían permiso, por el tratado de Fontainebleau, para atravesar el territorio español e invadir Portugal; el general D´Armagnac llegó en febrero a Pamplona pero no se le permitió ocupar la ciudadela, sin embargo, fue ocupada sin disparar un solo tiro. La trampa consistió en aprovechar una nevada, el 16 de febrero, en que los soldados franceses se acercaron a la ciudadela jugando a tirarse bolas de nieve ante la diversión de los defensores. Cuando estaban cerca sacaron las armas que llevaban escondidas entre las ropas, logrando entrar y tomar la ciudadela.
En 1813, tras la derrota el 21 de junio de las tropas napoleónicas en Vitoria a manos de Wellington, una guarnición francesa de 3.500 hombres permanecía en la ciudadela de Pamplona como avanzadilla para la posterior reconquista del norte de España por Napoleón. El 25 de junio comenzó el asedio por parte de las tropas inglesas, portuguesas y españolas formadas por entre 10.000 y 12.000 hombres, no se contempló el asalto porque exigía más material bélico y tropas muy cualificadas. Un mes despúes, fracasó el intento de levantamiento del bloqueo por parte del ejército francés ya que fueron derrotados en la batalla de Soraruren, pueblo próximo a Pamplona. El general francés Cassan, encargado de la defensa de Pamplona, sabía que estaba obligando a conservar muchas tropas asediando Pamplona, por lo que debía resistir al máximo; a mediados de octubre ya no quedaban caballos y la guarnición se alimentaba de perros, gatos, ratas y hierbas. El 31 de octubre se firmó la capitulación francesa y éstos salieron de la ciudad el 1 de noviembre como prisioneros hasta Pasajes donde embarcaron hasta Inglaterra.
En 1823 los soldados liberales ofrecieron una resistencia de cinco meses ante el ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis. La intención era de sitiarla, sin tomarla, para impedir la salida de los soldados, mientras el resto del ejército se dirigía por toda la península a restaurar el absolutismo. Posteriormente se inició un bombardeo el 3 se septiembre, que también caería sobre la ciudad de Pamplona. El 16 de septiembre, tras otro intenso bombardeo, se rindió la plaza.
En 1936, al comienzo de la guerra civil española, en la parte posterior de la puerta del Socorro, fueron fusilados 298 vecinos de la ciudad por defender la libertad y la justicia social.
RECORRIDO POR LA CIUDADELA E IDENTIFICACION DE ELEMENTOS
Foso – Excavación profunda que rodea la ciudadela y dificulta su asalto. Se pueden recorrer en su totalidad en la parte conservada de la ciudadela.
Contraminas - mina que se hace debajo de la de los contrarios, para volarla o para salirles al encuentro en sus trabajos subterráneos. Se realizaban sistemas de contraminas alrededor de las plazas fuertes para adelantar dichos trabajos. Se pueden apreciar las entradas a las mismas en las rejas existentes en el perímetro de los fosos hacia el exterior de la ciudadela.
Baluartes –Obra de fortificación, que sobresale en el encuentro de dos lienzos de muralla, y se compone de dos caras que forman ángulo saliente y dos flancos que las unen al muro. Se pueden admirar desde los fosos y desde el interior de la ciudadela.
Casamatas – Parte del baluarte situada en el flanco y protegida por el mismo baluarte que alojaba diversas piezas de artillería cuyo objetivo era defender el paso del foso por parte del asaltante. Eran la clave del sistema defensivo. No se puede acceder a su interior de forma libre, aunque se pueden ver desde los fosos.
Lunetas o revellines – Obra exterior de fortificación semicircular o con dos caras en ángulo saliente, edificada delante de la muralla. Permite proteger la cortina, los accesos y los flancos de un baluarte. Acceso parcial desde los fosos.
Contraguardias – Obra exterior de fortificación compuesta de dos caras que forman ángulo, edificada delante de los baluartes y revellines para cubrir sus frentes. Acceso parcial desde los fosos.
Glacis – Terreno circundante a las fortificaciones modernas que se disponía en suave pendiente y totalmente libre de obstáculos y vegetación para dificultar los trabajos de aproche del enemigo. Actualmente es el parque denominado Vuelta del Castillo que rodea la ciudadela.
Puerta del Socorro – Puerta que salía de la ciudadela hacia el exterior de la ciudad, su posición actual data de 1720, donde se colocó para una mejor defensa desde ambos baluartes; anteriormente se ubicaba más próxima a un baluarte que a otro. Hoy en día se puede apreciar la antigua posición desde el exterior, ya que cuenta con un despiece de piedras diferente del resto y alberga la única ventana existente en la muralla. Fue capilla de la ciudadela y actualmente alberga el espacio donde celebrar bodas civiles.
EL GEOCACHE
Se encuentra en el interior del Baluarte de Santiago. Es necesario entrar en el recinto de la ciudadela.
Recomendamos una visita tranquila tanto por el interior como por el exterior de la ciudadela y por el resto de fortificaciones existentes en Pamplona y otra visita al centro de interpretación de las murallas de Pamplona situado en el fortín de San Bartolomé.
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