Desde esta magnifica atalaya se puede contemplar el Valle de
Jerte, una tremenda cicatriz visible desde el espacio,
correspondiente a la denominada falla de Plasencia, el Departamento
de Geología de la Junta de Extremadura la define de modo claro. «La
falla/dique de Plasencia -se puede leer en un informe publicado en
Internet- es un accidente tectónico de escala continental, uno de
los más notables de la Península Ibérica y el más espectacular de
Extremadura. Recorre gran parte del Macizo Hespérico en dirección
Noreste-Suroeste, por lo que se le ha denominado línea maestra del
Macizo Hercínico». Su importancia, pues, queda fuera de toda duda,
aunque su existencia sea desconocida por la mayoría de la
población, probablemente por su baja actividad.
Según el estudio de la Junta antes citado, el origen de la falla
de Plasencia está en el Mesozoico, y «está relacionado con la
tectónica de placas y la apertura del Atlántico».
Si hay algo que llama la atención, tal como resaltan varios
analistas, es su gran longitud, que abarca desde las cercanías de
la ciudad de Ávila hasta el Cabo de San Vicente, en el Alentejo
portugués. En total, es visible a lo largo de unos 550 kilómetros,
aunque según especifica el referido estudio «posiblemente continúa
hasta los Pirineos». El tramo extremeño abarca desde Alburquerque
hasta el Puerto de Tornavacas, desde donde es fácilmente visible,
lo mismo que desde otros puntos altos de la provincia de Cáceres,
como el Puerto de los Castaños o el norte y sur del embalse de
Alcántara.
A lo largo de su recorrido, destaca más por su horizontalidad
-hasta tres kilómetros- que por su verticalidad.
Según el documento de la administración regional, «la
reactivación tectónica de la falla de Plasencia es la responsable
de la formación del Valle del Jerte, que con una dirección
Noreste-Suroeste (la misma que la falla) se ajusta a una pequeña
fosa tectónica originada a expensas de esta falla, que en Plasencia
sufre un cambio brusco de dirección motivado por el reajuste de la
misma, posiblemente durante el Pleistoceno Inferior y Medio». De
hecho, la del Jerte es sólo una de las fosas que se han ido
generando a lo largo del recorrido de la falla.
Gracias a este accidente tectonico podemos contemplar una de las
zonas con mas encanto de España, y famosa por sus cerezas, desde
este lugar a comienzos de la primavera se puede admirar la alfombra
blanca de la flor de los cerezos que tapizan el valle.
La zona suele estar muy transitada por visitantes sobre todo
cuando los cerezos estan en flor, asi que cuidado con ellos.
Esperamos que disfruteis de las vistas.
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