A pesar de sus ruinas, el viejo convento de San Antón (siglo
XIV), sigue estando cargado de magia y esoterismo. Los frailes
antonianos aquí instalados tenían fama por sus conocimientos en la
curación del mal de "San Antón" o "fuego sacro", una
enfermedad parecida a la lepra que devoraba las entrañas o producía
gangrena en las extremidades, y que se consideraba como un castigo
divino por los pecados cometidos. La curación consistía en
peregrinar a Compostela. Los frailes atendían a los afectados por
este mal e imponían a los peregrinos la Tau
(omnipresente en las ruinas que aún quedan). Eran famosas sus
ceremonias a lo largo de las cuales bendecían diversos objetos: La
cruz llamada Tau o Thau, el pan de San Antonio, el vino santo,
remedio del fuego y las campanillas del Santo, entre otros
objetos.
En realidad, la explicación para dicha enfermedad, así como su
milagrosa curación, es mucho más mundana. La enfermedad era
originada por comer cereales afectados por el cornezuelo, un hongo
que se desarrollaba sobre todo en el centeno. En el norte y centro
de Europa, era una enfermedad bastante común,ya que el pan se
elaboraba con harina de centeno, y, a la hora de moler el grano, no
se separaban las espigas afectadas por el dicho hongo. El peregrino
enfermo, al entrar en España modificaba su dieta, ya que el pan se
elaboraba con harina de trigo, produciéndose la "desintoxicación"
del enfermo, y por lo tanto, el milagro de su curación.
LAS RUINAS DEL CONVENTO
El edificio era de estilo gótico con tres naves y transepto de
55,8 metros de largo por 27,3 metros de ancho. La entrada a la
iglesia, se hacía a través de una portada con arquivoltas,
totalmente decoradas con esculturas en cada una de sus dovelas;
esta entrada se protegió a principios del siglo XVI con un pórtico
elevado, que abrazaba el Camino de Santiago, cuyo fin era
contrarrestar el desplome de la fachada. Aún se pueden distinguir
las dos alacenas que se practicaron en dicho pórtico para colocar
alimento para los peregrinos que llegaban a horas
intempestivas.
En el hastial de los pies de la nave central, destacan la
espadaña y el magnífico rosetón que se decora con varias Tau. La
nave principal tiene, como remate en la cabecera, un ábside
poligonal con dos series superpuestas de ojivas. En la parte Sur de
la construcción, todavía puede verse un gran ventanal que iluminaba
la nave central.
Actualmente, el monasterio sirve como albergue de
peregrinos.
COMO LLEGAR
Desde Burgos: Salir de Burgos por la autovía hasta el cruce de
Villaquirán. Continuar hasta Castrojeriz, y una vez allí, seguir
las indicaciones hacia Hontanas. Al poco de salir de Castrojeriz,
llegaréis a las ruinas del convento.
Si estás haciendo el camino de Santiago...simplemente, pasarás
por aquí.
EL CACHE
El cache se encuentra en las inmediaciones del monasterio, y es
de tamaño pequeño. La cobertura no es excesivamente buena, pero hay
foto spoiler!.
ENGLISH VERSION (BRIEF)
This cache will lead you into the ancient Convento de San Anton,
near Castrojeriz, a place full of magic and mistery located just
over the way to Santiago.
In the middle Age, people affected with the" Fire of San Anton"
, used to come here to be healed.
Today, the ruins are quite impressive,and i´m pretty sure you´ll
won´t be dissapointed.