En realidad los miliarios no medían kilómetros sino millas, millas
romanas, que en esta vía correspondían a mil pasos, alrededor de
1468 metros actuales, tampoco los había en todo el imperio ya que
dependía de la administración provincial correspondiente. La
calzada romana de la plata, en su tiempo, era la segunda mas
importante de la península, por detrás de que unía Cádiz con la
capital del imperio, pero en la actualidad es “la primera en
orden de conservación de sus tramos, a los miliarios…”
según Roldán Hervás el ITER AB EMERITA ASTURICAM, se conservo
excepcionalmente bien hasta mediados del s XVIII. Hay abundantes
miliarios al sur de Salamanca ya que la frontera de las provincias
Lusitana y Tarraconense la marcaba el río Tórmes hasta su
desembocadura en el Duero.
En los miliarios se indicaban, aparte de la milla, el emperador
bajo cuyo dominio se realizó una obra o una reparación, con lo que
pueden existir varios miliarios diferentes con el mismo numeral.
Este es el caso los CXXXIII – 133, además de la aparente
lejanía de lo que se ha considerado del trazado de la calzada
romana. Las hipótesis modernas, indican que el camino actual es
medieval, como indicarían las alcantarillas, empedrados y
pendientes, y señalan el trazado de la calzada romana por el sur
del cerro de las viñas, teoría apoyada en parte, además de por las
pendientes de ambos trazados como la existencia en el sur de cuatro
miliarios completos o trozos, y la ausencia de ellos en el norte,
pero esa teoría está por demostrar, cosa que se conseguiría con la
realización de catas.
Estos dos miliarios 133 presentan un mal estado de conservación,
uno está partido en dos y el otro colocado verticalmente tiene
tallada una hendidura longitudinal fruto de su reutilización como
jamba, haciendo que su datación sea imposible en el caso del
tallado y dudosa el partido, unos investigadores se lo atribuyen a
Maximino el Tracio por similitudes con otros dos de la vía, en la
segunda línea del texto conservado y otros a Trajano con lo que
sería de entre el año 235 y el 238.
El acceso al caché se puede realizar en coche por la carretera
vecinal de Béjar a Aldeacipreste y Montemayor del Río, hasta la
zona del puente de la Malena y luego, andando por la propia calzada
asta el punto adicional indicado y marcado con indicador “A
PEÑACABALLERA” “A MONTEMAYOR DEL RIO”, se toma
una con agua en invierno y primavera en un corto tramo inicial, hay
una portera de alambre y una de madera justo antes de una
bifurcación en la que hay que tomar el sendero de la derecha hasta
el caché, apoyándose en los puntos auxiliares se llega al caché
junto a los dos fragmento de uno de los miliarios y al completo muy
poquito después.
Desde el puente de la malena se puede tardar 20 minutos.
No dejemos basura en nuestras búsquedas y practiquemos “
Basura No“, también un Intercambio justo, dinero NO. Los
datos aquí recogidos se han obtenido de las páginas web
www.i-bejar.com y www.amigosdelciclismo.com/bicicalzada y de los
libros ITER AB EMERITA ASTURICAM, J.M. Roldán Hervas, Salamanca
1971 y ARQUEOLOGÍA EN LA VÍA DE LA PLATA, G. Gillani y M. Santonja,
Premysa, Béjar 2007.