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El Monasterio de Suso tiene su origen en un cenobio visigodo establecido alrededor del sepulcro del eremita San Millán fallecido a los 101 años en el año 574.
Al abandonar la parroquia de Berceo, San Millán decide volver a su vida eremítica en el monte, en un paraje cercano a su pueblo, conocido como el Aidillo. Allí paso los últimos años de su vida en una cueva, junto con una pequeña comunidad de hermanos que fueron congregándose a su alrededor. Después de su muerte, hacia finales del siglo V, sus seguidores fueron cavando en la oquedad de la roca, construyendo nuevas celdas destinadas a habitaciones y oratorios, que es donde actualmente se sitúa el cenotafio de San Millán y el osario.
Hacia el siglo X, la edificación se amplia, construyéndose una galería de entrada y la nave principal de la iglesia en estilo mozárabe. Finalmente, en los siglos XI y XII se restaura y vuelve a ampliar, esta vez, siguiendo un estilo románico, tal como lo podemos apreciar hoy en día.
La importancia del Monasterio de Suso no es solo haber sido el sitio donde se conservaron los restos de San Millán, cuya devoción se extendió a toda España, hasta 1076, año en que se trasladan al Monasterio de Yuso. También se encuentran allí las tumbas de los Siete Infantes de Lara, y, Toda, Ximena y Elvira, Reinas de Navarra. Pero cobra realmente importancia por el hecho de considerarse la Cuna del Castellano. Hacia finales del siglo X un monje dejo en los márgenes de un texto en latín, unas anotaciones a modo de glosa en lengua romance, la hablada por el común de la población. Esta frase de 43 palabras conocida como Código Emilianense 60 es el testimonio escrito del hablar popular más antiguo en lengua castellana. Tambien aparecen escritas, unas palabras sueltas en euskera, lo cual demuestra la influencia vasco-navarra presente en la zona en aquella época.
El cache se encuentra escondido a pocos metros del Monasterio de Suso. Os proponemos llegar a él, caminando por un sendero forestal señalizado, desde el que tendrán hermosas vistas del Monasterio de Yuso (cache) y del valle de Cárdenas. El sendero se inicia pasado el Cementerio y una finca particular, a mano izquierda. Continuaremos ascendiendo por ese sendero hasta llegar a un cruce señalizado a mano derecha, desde allí el recorrido tiene una duración de 20 minutos. De esta manera podrás subir caminando hasta el Monasterio "gratis", tened en cuenta que no está permitido subir en coche ya que los únicos vehículos autorizados son los autobuses contratados para las visitas guiadas.
Importante:
Si deseáis conocer el interior del Monasterio de Suso deberéis antes, reservar la visita en las oficinas que están en el Monasterio Yuso. Para más información: monasteriodeyuso.org
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