EL PUENTE DEL CASTELLAR
El paraje conocido como “EL CATELLAR” se encuentra justo en el límite de los términos municipales de Fresneda de Altarejos y la Parra de las Vegas, a él se accede desde la N-420 entre los kilómetros 405 y 406, tiene dos entradas una en el kilometro 405 exactamente y la otra justo antes del puente que cruza el río Júcar (si vamos dirección Cuenca).
Existe en este lugar una pequeña central hidroeléctrica que toma su nombre del paraje y que data de 1.922, actualmente es Iberdrola quien ostenta su titularidad.
A pocos metros aguas abajo de la central se encuentra el “Puente Romano”. El puente atraviesa el río Júcar mediante tres tramos de obra y dos ojos. Se dice que por él pasaba una calzada romana que unía Valeria con Segóbriga.
El caso de este puente es similar al de multitud de ellos a lo largo de la península, al perder su utilidad primitiva han caído en el olvido, pero siguen siendo una sorpresa visual de primer orden para quien se topa con ellos, sobre todo si, como es el caso, se encuentran en un bello paraje natural.
Si bien numerosas fuentes lo denominan “Puente Romano” es de época medieval, pudiendo ser una reconstrucción de esta época sobre el puente romano primitivo, ya que en la base del apoyo sur del arco principal, se observa una estructura de sillares diferente al resto de la obra.
Su construcción está basada en la ingeniería romana del asentamiento de pilares en el lecho del río para levantar sobre ellos distintos ojos o vanos, mayor el central por la necesaria funcionalidad de acoger mayor caudal y dejar libertad a las fuerzas de las aguas, que en esa parte corren con mayor violencia. La parte superior, la habilitada para transeúntes y carretas, tiene un perfil longitudinal de lomo de asno, típico diseño medieval, lo que supone una ligera inclinación en la parte central, como consecuencia de encontrarse los extremos de la obra en un nivel más bajo.
Por la forma de sus arcos, de medio punto, su construcción se podría datar en plena edad media, (siglo XII), si bien con el renacimiento se retoma el arco circular de la época clásica, (alguna fuente lo data en el siglo XVI).
El estado de conservación en que se encuentra el puente no es de ruina ya que de hecho se puede transitar, aunque como se puede ver en sus pretiles, (casi desaparecidos), se ha visto sometido al expolio de algunas de sus partes y al vandalismo.
Poco se puede decir del río Júcar que no deja de formar hermosos parajes en su discurrir a lo largo de la provincia de Cuenca, en este caso nos ofrece un agradable paseo a lo largo de su orilla.
EL CACHE:
Se trata del típico contenedor de plástico con algunas cosas para intercambiar.