Todas las provincias castellanas tienen, por desgracia, un lugar emblemático donde el ejercito sublevado perpetró los más bárbaros actos represivos contra la población civil. En Valladolid, la gran cantidad de asesinatos cometidos en la zona de los Montes Torozos la convirtió en un lugar tétrico, un sitio prohibido y evitado por muchos ciudadanos que conocían los hechos que ocurrieron allí. Por suerte o por desgracia en la provincia de Valladolid la guerra civil no dejó grandes batallas. El ejercito de los sublevados no encontro apenas resistencia a su paso por aqui. Quizás por ello la "eliminacion" de civiles "potencialmente peligrosos" para los objetivos de los sublevados fué tan común.
El lugar se encuentra en la carretera N-601 Valladolid-León, a la altura del cruce hacia Peñaflor de Hornija y Castromonte. Por aquí transcurría, además de la carretera y sus correspondientes bifurcaciones, la vía del tren que unía Medina de Rioseco con la capital, el conocido como “tren burra”, que tenía una parada en los aledaños. La zona estaba muy bien comunicada, factor necesario para conducir hasta allí a la población civil en coches, camionetas y hasta en autobuses; la carretera estaba separada de los campos por una espesa vegetación de encinas y arbusto bajo, lo que hacía casi imposible que los que pasaban por allí pudieran ver claramente lo que estaba pasando.
En las zonas aledañas a la carretera, entrando unos metros en la carretera de Peñaflor de Hornija, se sitúan las fosas más importantes, por masivas, de este gran cementerio que es Torozos. La cantidad de personas que están enterradas en el encinar puede alcanzar e incluso superar las trescientas, procedentes sobre todo de las localidades cercanas. Las tierras donde se perpetraban los crímenes pertenecían al término municipal de Rioseco, eran comunales y no tenían un propietario concreto que pudiera protestar como pasó en otros lugares. Las tropas sublevadas y los "paseados" llegaban a cualquier hora del día o de la noche en camiones, camionetas o coches requisados donde trasladaban a sus víctimas. Una vez allí, las obligaban a apearse y a internarse unos metros en el encinar y las tiroteaban. Despues eran enterradas en las inmediaciones, en fosas comunes cavadas por las mismas víctimas o por trabajadores de las granjas cercanas a quienes sacaban de sus casas para que hicieran esta tarea. Todos y cada uno de los cuerpos que están enterrados en estas fosas pertenecen a civiles, hombres y mujeres de todas las edades trasladados fuera de sus pueblos sin que nadie informase acerca de su destino, y por fin asesinados y enterrados de manera clandestina, normalmente sin documentación ni objetos personales que pudieran servir para identificarlos.
Las fosas están diseminadas en la zona boscosa existente en la parte izquierda de la carretera, en sentido León. Según los testigos, habría decenas de fosas comunes en las que estarían enterradas entre dos y treinta personas, a menudo provenientes de la misma localidad o de la misma zona, ya que los camiones solían recoger víctimas por los pueblos por donde pasaban y los asesinaban juntos. Hubo muchos testigos que contaron lo que allí pasaba. Los autobuses de línea que iban o venían a Valladolid tuvieron que detenerse muchas veces en ese punto por la existencia de patrullas en el cruce, y los viajeros podían ver las camionetas cargadas de gente internándose en la carretera de Peñaflor e incluso alguna vez fueron testigos de la presencia de cuerpos en la carretera. Otras personas fueron hasta allí siguiendo a sus familiares detenidos y pudieron ver los cadáveres de personas tiroteadas a la espera de ser enterradas en las fosas. También existen testimonios de residentes en las fincas próximas, a quienes los asesinos obligaban a cavar fosas.
La zona hoy en día.
Hoy en dia podemos ver en la parcela aledaña al encinar una tosca escultura que pretende, mas que rendir rendir homenaje a las victimas, ser un punto de encuentro donde los descendientes de las personas que aún descansan en algún lugar de este inmenso cementerio clandestino puedan venir a depositar flores y rendir homenaje a sus antepasados desaparecidos.
La escultura está formada por una pirámide con varias imágenes del famoso cuadro Guernica de Picasso y una estructura horizontal formada con vigas de hierro. El monumento fué levantado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valladolid.
El caché:
Para encontrar el caché tendrás que llegar hasta dicha escultura y una vez allí hacer un sencillo cálculo para obtener las coordenadas finales. Se trata de un contenedor de tamaño mediano (Tipo bote de cola-cao) con algún objeto de intercambio. Los objetos iniciales para el intercambio son: Una bandana, una baraja y una figura de una ranita.
Antes de buscar el caché deberas buscar primero los 3 años que aparecen escritos en el monumento, sumarlos y a ese numero de 4 cifras le quitamos el "cero". Ahora nos queda un número de 3 cifras al que llamaremos XXX
El caché se encuentra escondido en las coordenadas: N41º 44.ABC W4º 53.DEF, donde:
ABC = 216 + XXX
DEF = 982 - XXX
Puedes comprobar las coordenadas aqui : 
(Ojo, te aparecerá una foto spoiler)
Buena caza. Y si vas en moto, buena ruta.
