Cuenta la leyenda que unos piratas berberiscos, de los que van por la costa desvalijando de pueblo en pueblo, escondieron un tesoro en una pequeña cueva de Mijas.
Aquellos piratas eran fieros guerreros, pero más tontos que un zapato, y nunca se acordaban de dónde escondían sus tesoros. Para evitarlo, dos piratas con la inteligencia de una marmota, pensaron un juego que les hiciera recordar. Creo que era algo así:
El primer pirata tenía 36 saquitos donde había 37.120 monedas de oro.
El segundo pirata llevaba solo 4 sacos grandes donde había 37.513 monedas de oro.
No estaban conformes con el reparto, así que el primer pirata le dijo al segundo:
-Tú tienes pocos sacos y muchas monedas. Dame un saco.
En segundo pirata dijo:
-Eso no tiene sentido. Te doy tres monedas de oro.
El primer pirata aceptó las tres monedas, pero como solo sabía contar hasta nueve (porque solo tenía nueve dedos desde aquel encuentro con un tiburón) ya no sabía cuántas monedas tenía cada uno, así que se fueron y nunca encontraron el tesoro.
Si te crees más listo que estos piratas, quizás tú puedas encontrarlo.
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