Iglesia de los Santos Justo y Pastor en Segovia Traditional Cache
Iglesia de los Santos Justo y Pastor en Segovia
-
Difficulty:
-
-
Terrain:
-
Size:  (micro)
Please note Use of geocaching.com services is subject to the terms and conditions
in our disclaimer.
Iglesia de los Santos Justo y Pastor en Segovia
Segovia es una de las ciudades españolas con más iglesias románicas, tanto dentro como fuera de las murallas.
La que visitamos está situada en el arrabal oriental de “El Cerrillo”, donde en la Edad Media vivían fundamentalmente tundidores, tintoreros y pañeros. Llegamos a ella partiendo de la Plaza del Azoguejo, subiendo por la c/ Teodosio el Grande hasta llegar la Plaza de Díaz Sanz, en la que disfrutaremos de un aspecto poco habitual del Acueducto y una estupenda vista de Segovia. Continuando por la c/ del Alamillo llegaremos a la Plaza de San Justo donde se encuentra esta iglesia.
El edificio, construido a principios del siglo XII sobre una antigua ermita, es de arquitectura sencilla con una única nave y destaca su fantástica torre campanario, una de las mejor conservadas de la ciudad. Tiene una bella portada con tres arquivoltas, las dos de los extremos esculpidas con rosetones apoyadas en dos columnas con capiteles.
Pero lo más interesante está por descubrir en su interior. En primer lugar, desde el pie de la nave vemos el impresionante ábside con las pinturas murales del siglo XIII, joya del arte románico, que se descubrieron a mediados del siglo XX en unos trabajos de limpieza y restauración.
Podemos ver en el centro el Pantocrátor, que está separado por una mandorla de los Veinticuatro Ancianos del Apocalipsis; una segunda mandorla los separa de las imágenes del Tetramorfos.
En la bóveda de cañón, destaca la imagen central del Agnus Dei dentro de un medallón portado por ángeles. A los lados se representan dos escenas algo confusas.
La del lado del Evangelio se ha interpretado como el Milagro de la Misa de San Gil: Carlomagno quería confesar un gran pecado del que estaba avergonzado. Por ello, lo escribió en un papel que depositó bajo el cáliz de celebración de la Misa. Al retirarlo, el papel estaba en blanco como símbolo del perdón concedido. En el centro del ábside y a cada lado de la ventana de medio punto, vemos a la izquierda la escena de la Crucifixión y a la derecha el Descendimiento de la Cruz. Hay otras escenas más abajo, entre ellas la Última Cena, el Prendimiento y el Beso de Judas.
Algo más atrás, a la izquierda de la nave, vemos la entrada, con un arco de medio punto, a una antigua capilla en el hueco de la torre. El tímpano, al haber estado tapado con una capa de yeso, conserva restos de policromía. En él podemos ver un obispo con su báculo en cátedra, tres figuras femeninas que portan frascos, una de ellas con corona y con vestiduras más lujosas, y un ángel turiferario incensando un pequeño altar cubierto con arco de herradura que protege una cruz.
Estas figuras femeninas se pensó que correspondían a Santa Elena, madre del emperador Constantino, acompañada por dos damas de su cortejo, cuando descubrió la Vera Cruz. El mitrado sería el obispo Macario de Jerusalén.
Según otra versión se trata de Tres Marías ante el sepulcro, ceremonia litúrgica que se celebraba en el Domingo de Pascua de Resurrección, en la que se dramatizaba la llegada de las tres mujeres al sepulcro vacío y el anuncio del ángel de la resurrección de Cristo. En este contexto de representación, el mitrado sería un testigo, asistiendo a la misma. En cuanto a la dama coronada, hay antecedentes franceses (Las Tres Marías ante el sepulcro, relieve del ábside de Saint-Paul-les-Dax)
El Cristo de los Gascones es una talla de finales de siglo XII o principios del XIII, que se utilizaba para las representaciones de la Semana Santa. Al ser una imagen articulada, se representaba con ella la escena del Descendimiento de la Cruz. La imagen sigue procesionando el Viernes Santo, yacente en una urna acristalada.
Según una leyenda, gascones y alemanes encontraron la imagen en una zona entre España y Francia, y junto a ella una pequeña campana. Como ambos querían llevarla a su patria, después de varias disputas resolvieron que decidiera la voluntad de Dios. Para ello buscaron una yegua, la vendaron los ojos y cargaron en ella la imagen, acordando que sería venerada donde la yegua la dejase.
Después de muchas jornadas llegaron a Segovia. En San Justo, que entonces era una ermita, la yegua dejó su carga, y gascones y alemanes aceptaron que aquí se quedase la imagen. Pero aquellos extranjeros que habían acompañado a la imagen no quisieron separarse de ella, y se quedaron en Segovia para guardarla. Eso explica la existencia de la antigua calle de Gascos (o vascos), cerca del Azoguejo, y el nombre de barrio Alemán para una zona próxima a San Justo. La campana que trajo al cuello la yegua se puso en la torre de la iglesia.
Antes de abandonar San Justo, debemos fijarnos en unas palabras inquietantes. En las pinturas murales del ábside central, la escena del Descendimiento no está acabada: las siluetas están marcadas, pero sin color. Y entre ellas vemos escrito, como un antiguo graffiti, “NON POTEO FACERE PINTURAS”. Podemos preguntarnos quién lo escribió, si el maestro o algún discípulo de su taller, y cuál fue la causa de no poder continuar estas maravillosas pinturas. Puede que nunca lo sepamos, pero al menos quien lo hizo nos ha transmitido su sentimiento.
El interior de la iglesia puede visitarse de martes a sábado, mañanas y tardes, así como domingos por la mañana, gracias a Rafa, un amable voluntario.
Additional Hints
(Decrypt)
Zntaégvpb