Cuando vengais a Muxía seguro que visitareis el Santuario da Virxe da Barca y su entorno, gran centro de peregrinaciones y puerta de la historia. Pues bien, no dejéis de subir al Monte do Corpiño, una atalaya natural de 68,57 m de altura a la que se asciende por un sendero empedrado desde el propio santuario y que ofrece unas excepcionales vistas del litoral con la villa y su puerto.
“Corpiño” en gallego, significa “cuerpo pequeño”, por lo que se supone que hubiera un antiguo enterramiento momificado venerado por la tradición popular en relación con el Santuario da Virxe da Barca.
En lo alto, como protegiendo a la hermosa población de Muxía, que se encuentra a los pies de este monte, una cruz de piedra con un brazo roto añade evocación al paisaje. Disfrutaremos de espectaculares vistas de toda la Ría de Camariñas-Muxía, así como del majestuoso Cabo Vilán que se sitúa en frente hacia el Norte y a la derecha el Monte Farelo. Hacia el oeste veremos el Santuario con el monumento-recordatorio de la catástrofe del Prestige “A Ferida” que ya forma parte inseparable del paisaje de esta zona y el Camiño da Pel, que comunica Nosa Señora da Barca con la ribera sur de la población, secular paso de peregrinos alternativo al transitado Camiño Real para evitar contagios de las temidas enfermedades de la piel, pelagra, mal de la rosa, o lepra. Hacia al Sur llegaremos a ver el Cabo Touriñan , la Punta da Buitra y la Punta Cachelmo. Hacia el interior veremos el Monte do Facho en el cual se encuentra otro bello mirador.