Este manantial, o pozo, data del siglo XII, cuando ya se tiene noticia de sus aguas “milagrosas”. La tradición atribuye uno de los milagros de San Isidro a este pozo, inicialmente creado para su amo, Iván de Vargas.
Cuenta la tradición que el manantial fue creado al clavar su aguijada en el suelo. La tradición de los campesinos madrileños, anterior a la propia ermita, consiste en ir a beber el agua que brotaba de la fuente al ser considerada milagrosa. Sus poderes de curación tienen un ejemplo en una de las figuras más poderosas de la Historia de España, Carlos V. Tanto él como su hijo Felipe II sufrieron fiebres que pusieron en riesgo sus vidas. La Emperatriz Isabel quiso probar las bondades que los madrileños atribuían al agua y, tras beber del manantial, el Emperador y su hijo se recuperaron de sus enfermedades. Así, se ordenó levantar la ermita del Santo en 1528 que se conserva hoy junto a la fuente.
Fuente de San Isidro
La tradición hizo pronto que se celebrara la romería el 15 de mayo, siendo habitual besar las reliquias del santo y beber el agua que sale del manantial. Hoy día la tradición permite tanto acudir a llenar un recipiente como poder beber un vaso allí mismo.
Para conseguir las coordenadas finales, sólo tendréis que tomar nota de tres incógnitas que se encuentran en el interior del patio donde se encuentra la fuente de San Isidro. Deberán ser introducidas en certitude en formato letra, sin espacios ni tildes.
El horario de entrada al patio donde se encuentra la fuente es el mismo que el del Cementerio de San Isidro, de 9 a 15 horas todos los días, aunque con un poco de maña, se pueden reconocer las incógnitas desde fuera del recinto.
Certitude
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