Galicia, tierra de hórreos. A finales del siglo XX, Galicia contaba con más de treinta mil hórreos, es decir, más de uno por kilómetro cuadrado.

La necesidad de antaño de almacenar grano en sitios secos y seguros, contribuyó a que el hórreo jugara un papel muy importante en la economía de subsistencia de la región de los siglos XV-XIX, sobre todo con la llegada de nuevos cultivos procedentes de América en el siglo XVI, como pudo ser el maíz.
En esta pequeña parroquia de Santa María de Quins, en Melón y en la Comarca do Ribeiro, se encuentra una de las mayores concentraciones de estos canastros de toda Galicia. Por la antigua N-120 que une Ourense y Vigo, entre el km 603 y 604, encontraremos el desvió hacia la iglesia que se sitúa justo al lado del conjunto de hórreos. En una pequeña loma en lo alto del pueblo de unos 4000 m2, se localizan hasta 24 de estas construcciones, agrupadas en dos grupos de 10 y 14. Unos y otros son separados por una superficie despejada donde se ubican tres cruceiros simulando el Monte del Calvario.

Los materiales usados en estos canastros de Quins, son originariamente, el granito y la madera, este último utilizada en los balagustos laterales. Algunos presentan también cubrición de teja.
Fuente: galiciamaxica.eu