El Cristo de los
Desagravios y Misericordia, conocido popularmente como el Cristo de
los Faroles así como el Cristo de Capuchinos, es un conjunto
escultórico que se encuentra sito en la Plaza de Capuchinos.
Antiguamente esta
plaza formaba parte del Convento de Capuchinos, que aún conforma la
plaza en su testero norte, y fue donada a la ciudad al ser un paso
de comunicación entre la Axerquía y la Villa, a través de la Cuesta
del Bailío.
Cuesta del Bailio.
Gracias a las
lismonas procedentes de los Marqueses de Hariza así como al impulso
del capuchino Fray Diego José de Cádiz, se eleva dicho monumento en
el año 1794 por parte del cantero Juan Navarro León, atribuyéndoles
la escultra a Gómez de Sandoval.
Enclavada en una
de los lugares más tradicionales de Córdoba como la plaza de los
Capuchinos, el Cristo de los Faroles se encuentra iluminado por
diferentes faroles que le rodean de ahí el nombre que ostenta. La
actual fisonomía del Cristo de los Faroles tiene su origen en las
verjas que se levantaron en los años 20 del siglo XX y sus faroles
fueron sustituidos por otros más hoscos en el año 1984.
La plaza de
Capuchinos con su escultura del Cristo descentrada en la misma, es
uno de los lugares más frecuentados en Córdoba por sus visitantes,
debido entre otras cosas, al empedrado original que aún mantiene.
El Cristo de los Faroles se hizo nacionalmente famoso por la
película de Antonio Molina del año 1958 "El Cristo de los
Faroles".
Info extraida de
Cordobapedia