CARCAVAS DEL RIO PERALES
Cache para disfrutar de las
cárcavas del río Perales, paraje único en la Comunidad de Madrid, y
del río Perales, uno de los mejor conservados de la región desde el
punto de vista ambiental.
El
Río Perales
El río Perales
es un afluente del
Alberche, al que tributa después de 35 km de recorrido. Surca
el extremo suroccidental de la Comunidad de Madrid (España), desde
su nacimiento en la formación montañosa de Las Machotas, a 1.105 m,
en la vertiente sur de la Sierra de Guadarrama, hasta su
desembocadura en el término municipal de Aldea del
Fresno.
Su caudal depende principalmente
de las precipitaciones, al no existir acuíferos importantes a lo
largo de su curso, razón por la cual el río presenta un fuerte
estiaje, llegando a secarse durante el verano en numerosos
tramos.
El río empieza a ser conocido como
tal a partir de la confluencia de varias corrientes: el arroyo
de El Verdinal (que se origina del arroyo de Los Conejeros),
el arroyo de Valladolid (que nace en el término municipal
de Robledo de Chavela), el arroyo de Los Morales (que
viene de Fresnedillas de la Oliva) y el arroyo de Fuente
Vieja (en Valdemorillo).
Toma rumbo noroeste-suroeste y,
camino de Navalagamella, recibe las aguas del arroyo
Hondillo. En esta localidad, se encuentra con el Puente de
El
Pasadero, de origen medieval, formado por un único arco
(donde podrás buscar otro cache).
Es retenido después en el embalse
de Cerro Alarcón. Salvada la presa, el río se encaja y forma un
torrente. Se dirige posteriormente hacia Villamantilla y Colmenar
de Arroyo, dejando a la derecha el pueblo abandonado de Perales de
Milla (en Quijorna) y Chapineria.
Antes de su desembocadura
en Aldea del Fresno, donde confluye con el río
Alberche, el Perales incrementa su caudal con las
aportaciones de los arroyos de Quijorna, Palomero, Grande,
Pradejón y de La Yunta (con su tributario El
Colmenar).
Los berrocales y las navas se
alternan en sus riberas. En estas últimas, el Perales forma
encharcamientos temporales, en los que habitan aves acuáticas
(ánades reales, fochas, zampullines o agachadizas), anfibios
(tritones jaspeados) y reptiles (galápago europeo), así como
plantas acuáticas características de este tipo de
ecosistemas.
Alrededor de su curso bajo, se
extienden bosques mediterráneos de encinar denso y adehesado, de
gran valor ecológico, poblados por buitres negros y águilas
imperiales ibéricas, una de las especies más amenazadas del
planeta.
Las
cárcavas del río Perales

Cárcava significa surco, canal,
zanjón o garganta que forman las aguas circulantes por donde corren
durante y después de las lluvias. La erosión por cárcavas es una
forma avanzada de erosión por canales, donde la profundidad
alcanzada es mayor.
En la comarca de la Sierra Oeste
son destacables por su interés geológico las "Cárcavas del río
Perales". Están catalogadas por la
Ley 16/95 Forestal y de Protección de la Naturaleza de la Comunidad
de Madrid como Espacio Natural de Interés
(geomorfológico y faunístico). Así mismo, prácticamente todo el
curso del río Perales esta incluido en la Zona Especial de
Protección para las Aves (ZEPA) Nº 56, “Encinares de los ríos
Alberche y Cofío.
Se trata, en definitiva de una
zona de gran valor geomorfológico y faunístico, puesto que alberga
especies protegidas como la endémica águila imperial ibérica y una
importante población piscícola de especies endémicas como el cacho,
el calandino y la pardilla (que solo se encuentra en este río en la
Comunidad de Madrid).
En otro orden de cosas destacar en
los meandros del río la profusa vegetación de ribera; fresnos,
álamos, sauces y tarayes; juncos, cañizos y espadañas; jaras y
brezos. Un verdadero paraíso en el que comprobaras que no hay
demasiadas visitas.
El
Cache

Aunque este paraje ocupa los
últimos kilómetros del curso del río perales, antes de Aldea del
Fresno, el cache esta frente a la Cárcava más alta y significativa,
donde la erosión ha dibujado paredones descarnados, contrafuertes y
aspilleras como de castillo en ruinas, formando lo que los geólogos
denominan chimeneas de las hadas..
Ruta desde
Chapinería
Proponemos arrancar
con la pista que sale en:
N 40º
22.781’
W 004º
12.352’
Y que podrás ver
que se denomina camino Zagan o camino de las Labores.
El camino discurre subiendo y
bajando lomas, entre un paisaje de encinas, cornicabras, enebros,
escobones, lavandas y algunas hileras uniformes de olivos. También
deberemos cruzar varios regatos que en verano solo nos dejan una
huella en forma de arena. Una parte de este camino se puede hacer
en 4X4 (depende del conductor) y desde luego es muy apropiado para
bici o moto.
Desde el alto en que se divisa el
Perales, el camino desciende por un lateral y luego ya barranquera
hasta encontrar otro camino que transcurre paralelo al Perales.
Esta intersección se sitúa en:
N 40º
21.148’
W 004º
10.507’
Allí podrás ver un enorme fresno
en el que descansar a gusto.
Después del descanso nos
encaminamos ya a por el cache. Continuamos el curso del río (río
abajo) y al poco observaremos que aunque el paisaje de ribera es
excepcional, nos encontramos embutidos entre dos alambradas.
Efectivamente, todo el resto del camino nos vamos a encontrar unas
vallas metálicas que enmarcan la ribera y las cárcavas. Se trata de
fincas privadas, cotos de caza que a veces obligan al caminante a
ir directamente por el lecho del río para atravesarlo.
Del cruce anterior al cache debéis
calcular 1,6 kilómetros por un remoto y poco transitado cauce. Dos
senderos recorrían antaño sendas orillas, pero ir ahora por ellas
no es mucho mejor, pues apenas quedan trazas suyas bajo la espesa
vegetación.
Frente al cache se alzan altivos
paredones terrosos que en algunos puntos se elevan por encima de
los 60 metros. Son enormes barrancones que se organizan en afilados
espolones, derrumbes, callejones e inestables bloques.
Las oquedades sirven de acomodo
para una variada muestra vegetal en la que se incluyen las
perfumadas higueras. Una tras otra, las cárcavas flanquean el
recorrido hasta que el río se abre a la llanura donde se asienta
Aldea del Fresno.
Ruta desde
Villamantilla
Desde
Villamantilla hay que tomar el camino del río en dirección al
semiderruido molino de Villamantailla, que aún conserva parte de
sus arcos de ladrillo y sillares. Continuar hasta el puente que
cruza el Perales y tomar el camino que baja paralelo al río
hasta el cruce del camino a Chapinería:
N 40º
21.148’
W 004º
10.507’
Luego continuar
con las indicaciones dadas más arriba.
Ruta desde Aldea
del Fresno
Salir del pueblo en dirección a
Chapinería y sin cruzar el puente sobre el Perales bajar a un
parquecillo a mano derecha, atravesar luego el lecho arenoso del
arroyo Grande y comenzar a remontar el río en un principio por la
margen izquierda y luego por donde de a entender el sentido
común.
ADVERTENCIA:
El río Perales es estacional.
Significa que en verano puede llegar a desaparecer y en primavera
ir bastante cargado de agua. Los caminos a lo largo del río hace
tiempo que dejaron de estar transitables. Por consiguiente es
conveniente tener precaución cuando se quiera hacer en
primavera.