Historia
Esta imponente fortaleza de murallas inmensas, orgullosas y
evocadoras se halla situada en la cima del Cerro Alacranejo a 936
m. de altitud, controlando el que era uno de los accesos más
transitados entre Castilla y Andalucía hacia Sierra
Morena.
Es una fortaleza de grandes dimensiones (46.000 m2), construida por
los caballeros calatravos entre 1213 a 1217 después de la batalla
de las Navas de Tolosa, donde ya existía el antiguo Castillo de
Dueñas y frente al Castillo de Salvatierra. Una vez erigida, se
convirtió en la sede de la Orden de Calatrava, y en una de las más
importantes fortalezas de toda Castilla. Todo el desarrollo de su
historia corre parejo al de la propia Orden.
Su construcción sustituyó como sede maestral a la ciudad de
Calatrava la Vieja, situada más al norte, en la margen izquierda
del río Guadiana y que había perdido su importancia estratégica
tras los avances de la Reconquista.
Todos los maestres de la Orden, durante la Baja Edad Media, y los
Reyes castellanos y españoles, cuando a partir de Isabel y Fernando
se erigieron en administradores y jefes de las diferentes Órdenes
Militares, dieron a Calatrava un trato de favor, grandes
concesiones por los servicios prestados y mejoras en el edificio y
su contenido. Aquí se continuaron celebrando los Capítulos
generales de la Orden, e incluso los Reyes Católicos, Carlos I y
Felipe II pasaron algunas temporadas alojados entre sus imponentes
muros. De hecho, el camino empedrado por el que hoy se accede y que
da la vuelta al cerro en forma espiral se hizo para la visita de
Felipe II a esta alcazaba en 1560.
En 1798 los frailes solicitaron a Carlos IV el traslado a Almagro
como consecuencia de la enorme destrucción provocada en la
fortaleza por el gran terremoto de 1775. En 1802 se consumó el
traslado a un magnífico palacio en Almagro, teniendo en esta ciudad
su capitalidad real, mientras que el Sacro Convento se mantuvo
representativo e impresionante como sede oficial y como recinto
unificador y depositario de las más antiguas
tradiciones.
Descripcion del recinto
La situación del antiguo convento-castillo de los freires guerreros
es sorprendente, y la construcción se trata de una compleja mezcla
compuesta de iglesia, convento, hospedería, puebla y recinto
externo, todo fuertemente fortificado.
Desde la llanura se asciende bordeando las murallas exteriores de
los tres recintos que definen la alcazaba. El más externo es un
ámbito amplísimo, totalmente rodeado de firmes muros que se
utilizaba para guardar ganado, para alojar tropas en transito y
como refugio de los campesinos en caso de peligro. El ingreso a
este primer espacio se hace por la llamada Puerta de
Hierro.
El segundo recinto esta formado por muros más altos y fuertes que
el anterior, con cuatro torreones en sus esquinas. Ahí se encuentra
el gran templo de los calatravos, edificio sumamente interesante ya
que mezcla a su aspecto litúrgico, con estilo cisterciense, la
fuerza civil de un castillo cabeza de Orden Militar. La iglesia de
Calatrava es bastante grande y tiene un gran rosetón en la fachada
hecho de piedra volcánica y que permite la iluminación natural
hacia el interior. Su interior consta de tres amplias naves
abovedadas y tres ábsides. En las proximidades de la iglesia esta
el Campo de los Mártires, cementerio en el que se dieron sepultura
a muchos caballeros que a lo largo de los siglos quisieron ser
enterrados en lo que era su centro espiritual y militar.
Más centrado existe lo que podría considerarse como tercero y más
íntimo recinto: el castillo propiamente dicho. Lo grueso de sus
muros, lo enrevesado de su distribución y su acceso por una puerta
de arco apuntado, entrada en codo y a cielo raso demuestra la
importancia que daba la Orden a la construcción central de la
alcazaba. Aquí estaba la Torre del Homenaje, la cámara, salones y
dependencias del Maestre con un apartamiento y defensas
verdaderamente rituales. No obstante era el corazón de la Orden y
de su funcionamiento y ahí se guardaban las principales riquezas,
los sellos, los documentos y archivos, etc.
El Cache
Lo pusimos junto a nuestros amigos del equipo Citofam que nos
sirvieron de buenos guías durante una jornada muy agradable por
tierras de Calatrava.
El cache esta escondido en las proximidades de esta magnifica
fortaleza y en lo que era el primitivo acceso a ella. Está en un
sitio oculto por piedras y aparentemente tranquilo a pesar de estar
próximo a la vía de acceso al castillo. Pedimos discreción en la
búsqueda y respeto en el intercambio de lo que hay en su
interior.
En el momento de su ocultacion el tupper de tamaño medio tenía
dentro: Cuaderno para registros + bolígrafo. Cartera de piel. Yoyo.
Llavero con mosquetón. Pulsera infantil. Tomo pequeño de cuentos.
Cinta sujetamóvil. Juegos imantados. PT Bololand..
Muchas gracias por las visitas y esperamos que disfrutéis del
castillo, de su entorno y en la búsqueda del cache.