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El convento de San Leandro situado en la Plaza de San Ildefonso de Sevilla (España) es un interesante ejemplo de la arquitectura conventual de la capital hispalense.
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The convent of San Leandro placed in San Ildefonso's Plaza of Seville (Spain) is an interesting example of the conventual architecture of the Sevillian capital. This convent founded in 1295 by Agustinas's Order, it was in his origin located in the place known as " Windpipe of the Christians ". Later, and after being located in the street of The Melgarejos, it was moved in 1369 to a few houses placed together with the San Ildefonso's parochial one.
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O convento de San Leandro está localizado na Plaza de San Ildefonso de Sevilha (Espanha) está um exemplo interessante da arquitectura monástica de Sevilha. O convento foi fundado em 1295 pela Ordem dos Agostinianos, foi inicialmente localizado em um local conhecido como "o massacre dos cristãos." Mais tarde, depois de ser localizado nas ruas de Los Melgarejo, foi transferido em 1369 para uma casa ao lado da igreja paroquial de San Ildefonso.
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Le couvent de San Leandro est situé dans la Plaza de San Ildefonso de Séville (Espagne) est un exemple intéressant de l'architecture monastique de Séville. Le couvent a été fondé en 1295 par l'Ordre des Augustins, était à l'origine situé dans un endroit connu comme «le massacre des chrétiens." Plus tard, après avoir été situé dans les rues de Los Melgarejo, a été transféré en 1369 dans une maison à côté de l'église paroissiale de San Ildefonso.
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Der Konvent von San Leandro ist in der Plaza de San Ildefonso de Sevilla (Spanien) ist ein interessantes Beispiel der klösterlichen Architektur von Sevilla. Das Kloster wurde im Jahre 1295 von den Augustiner-Orden gegründet, war ursprünglich an einem Ort als "die Tötung von Christen bekannt ist." Später wurde, nachdem es in den Straßen von Los Melgarejo gelegen, in 1369 ein Haus neben der Pfarrkirche von San Ildefonso übertragen.
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El convento de San Leandro situado en la Plaza de San Ildefonso de Sevilla (España) es un interesante ejemplo de la arquitectura conventual de la capital hispalense. Este convento fundado en 1295 por la Orden de Agustinas, estuvo en su origen emplazado en el lugar conocido como «Degolladero de los Cristianos». Posteriormente, y tras estar ubicado en la calle de Los Melgarejos, fue trasladado en 1369 a unas casas situadas junto a la parroquial de San Ildefonso.
Fue una de las primeras fundaciones religiosas de Sevilla. La iglesia tiene una sola nave y en ella se encuentran varios retablos de gran valor artístico.
En el año 1249 se establece por primera vez en Sevilla una comunidad de religiosos agustinos, lo que ha dado pié a creer que la fundación de un cenobio femenino de esta orden se lleva a cabo en esta ciudad durante la segunda mitad del siglo XIII. Pese a todo, las primeras noticias que se tienen sobre dicho convento de monjas agustinas datan del reinado de Fernando IV, allá por el 1295. Se sabe de la existencia de una comunidad extramuros de la ciudad, estando por tanto a merced de ladrones y salteadores. Tuvieron que esperar hasta 1369 para que, bajo el reinado de Pedro y, les fueran cedidas unas casas frente a la iglesia de San Ildefonso.
Las obras de adaptación de la nueva sede terminaron en 1377. A partir de este momento la fundación vivió un largo periodo de esplendor, ratificado por las abundantes mercedes otorgadas por sucesivos monarcas como Enrique IV, los Reyes Católicos, Juana la Loca, Felipe II, Felipe III y Felipe V. También distintos papas otorgaron bulas a favor del Convento de San Leandro; así Clemente IV en 1350, Paulo III en 1542, etc... En las últimas décadas del siglo XVI se llevaron a cabo importantes reformas que incluyeron la construcción de la actual iglesia y durante el siglo XVIII se realizan otras tantas de orden menor que afectaron mas a las dependencias de carácter doméstico.
La iglesia presenta la típica configuración conventual de una sola nave, denominada de "cajón", con altar mayor y cors alto y bajo a los piés. Tanto las portadas que dan acceso al templo, como la ordenación interior de los muros, responden a un estilo clasicista en el que destacan las sobrias pilastyras. Todo ello induce a pensar que bien pudiera tratarse de un edificación proyectada por Juan de Oviedo y concluída a principios del siglo XVII.
El retablo mayor, realizado entre 1745 y 1748, sustituye a uno anterior trazado por Juan Bautista Vázquez y realizado en 1582 por Diego de Velasco y Jerónimo Hernández. Para la realización del nuevo retablo se reutilizaron cinco relieves de Jerónimo Hernández pertenecientes al anterior. De gran importancia dentro de la historia de la imaginería barroca sevillana es el retablo de San Juan Bautista. Ubicado en el muro del Evangelio, es obra destacada de Martínez Montañés, quien lo realizara en 1621.
Presenta en su hornacina principal un bello relieve de con la figura del titular, sin duda de la propia mano de Montañés, mientras que las figuras secundarias denotan la participación de su taller. Frontero a éste se encuentra un retablo gemelo dedicado a San Juan Evangelista, también obra de Montañés. Al igual que el anterior esta presidido por un relieve con el titular, obra de Montañés, al que acompañan las efigies de Santiago el Mayor, Santiago el Menor y un relieve con el Martirio de San Juan Evangelista, todas obras de Francisco de Ocampo, habitual colaborador del maestro alcalareño. En el lado del Evangelio es también notable el magnífico cancel de 1729 que resguarda la puerta de acceso al templo, así como un pequeño retablo barroco dedicado a Santa Rita, obra del segundo cuarto del XVIII. En el muro de la epístola, además del ya citado retablo del Evangelista, figura otro del siglo XVII dedicado a San Agustín.
La obra, fechada en torno a 1630, pertenece a la producción de Felipe de Rivas, escultor cordobés que también colaboró con Montañés en muchas de sus obras. El coro bajo prolonga la arquitectura de la iglesia cubriéndose con bóveda de cañón decorada con yeserías del siglo XVI. De entre las muchas obras de interés que alberga esta estancia destacamos el retablo de la Virgen de la Granada, presidido por una imagen mariana cercana al estilo de Jerónimo Hernández. Es también de excelente factura el retablo de San Juan Evangelista, posiblemente del mismo autor, donde aparecen distintos relieves con temas apocalípticos.
Additional Hints
(Decrypt)
"Fnyvqn qr rzretrapvn"