Así es llamado un estrecho paso por el que discurre el río Almonte al atravesar una zona de duras cuarcitas, que con el paso del tiempo, han ido cediendo a los caprichos del río, permitido su paso por una angosta y escarpada abertura.
Estas cuarcitas armoricanas han sufrido importantes movimientos tectónicos, de modo que a pesar de tratarse de unas rocas muy competentes, se encuentran fracturadas y muy replegadas, siendo destacable el plegamiento que muestran en la misma portilla en donde se aprecia un pliegue monoclinal ("pliegue en rodilla") de grandes dimensiones que puede darnos idea de la tremenda magnitud de las fuerzas tectónicas implicadas en la deformación a que se han visto sometidos estos materiales a lo largo de los tiempos geológicos.
Son muchos los pasos de este tipo que los ríos y arroyos van formando a lo largo de su cauce, pero este tiene la peculiaridad de ser un espectacular ejemplo de como las fuerzas de la naturaleza modelan caprichosas cualquier cosa que se les ponga por delante.
Aprovechando estos abruptos lugares, es mucha la vida natural que mora en ellos; plantas, insectos y aves tienen en este lugar un sitio privilegiado para vivir.
No olvidéis los prismáticos y la cámara de fotos, puesto que en este lugar los vais a necesitar.
