Fue construido a finales del siglo XIX, en las obras de ensanche de la ciudad, creando este área de expansión, el cual pretendía unir lo que por entonces era la ciudad con la carretera de Mérida (hoy Avenida de Alemania y Calle Gil Cordero) y la estación de ferrocarril, antes situada en lo que hoy es el principio de la Avenida de Isabel de Moctezuma.
En un principio (finales siglo XIX) se le dio el nombre de Paseo de San Juan del Puerto, y en él solo estaban los edificios del Hospital Provincial y el Hogar de las Hermanitas de los Pobres y estaba rodeado de campos de cultivo y cercas de ganado.
A principios del siglo XX se decidió urbanizar la zona, construyendo las dos calles laterales que hoy forman la Avenida de España, dejando en el centro un amplio paseo que solía ser utilizado para actos oficiales y militares. En la década de los años 20, familias burguesas de Cáceres comenzaron a construir grandes chalets a lo largo de la avenida, de los que todavía podemos ver algún ejemplo en la casa situada en la esquina con Avenida Virgen de la Montaña, la casa de estilo andaluz en la calle San Antón o el número 3 de la Avenida de España. A finales de los años 70, el paseo toma el aspecto que hoy tiene.
A lo largo de su historia, el paseo se ha ido embelleciendo con monumentos y otras estructuras, como son el monumento a Muñoz Chaves (jefe del Partido Liberal), el monumento al escritor José María Gabriel y Galán, el ancla del siglo XVII, el quiosco de la música, la fuente luminosa o las dos fuentes, que en un principio se construyeron como depósito para que los jardineros cogieran agua para el riego de las plantas.
En la actualidad, este paseo es sin duda uno de los mejores sitios de la ciudad, al margen de la ciudad medieval. Un lugar donde pasear o descansar, un verdadero parque en el centro de la ciudad lleno de vegetación, que siempre muestra la mejor cara cacereña, independientemente de la estación del año que nos encontremos.
El caché:
Debido a que quizá debe ser el lugar más concurrido de la ciudad, será importante actuar con mucho disimulo e intentar buscarlo el momento o la hora adecuada. Ha sido bastante difícil encontrar un hueco donde esconderlo. Después de varios espolios y de que el arbol donde se ocultaba fuera derribado por el viento ha cambiado un poco la ubicación. Cache camuflado en el que solo cabe el libro de firmas.