La Dehesa del Generalife, durante la época de esplendor del reino nazarí de Granada, fue el lugar de descanso para los gobernantes de La Alhambra. Por ello, se construyeron numerosos alcázares y palacios de recreo, como el Generalife, el palacio de los Alixares o el de Dar al-Arusa. El agua, empleada por los nazaríes como elemento estético o decorativo, saltaba en surtidores, colmaba albercas e irrigaba magníficos jardines.
Aunque algunos de estos palacetes se encuentran hoy en ruinas, muchas de las obras de ingeniería hidráulica que llevaban el agua a sus fuentes están todavía en pie. Este es el caso del Aljibe de la Lluvia, que según los historiadores, daba servicio al palacio de Dar al-Arusa recogiendo las aguas de lluvia y de escorrentía superficial en una cisterna que hoy puede usted contemplar prácticamente enterrada.
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El caché es micro, la rosca de la tapa debe ser puesta igual a como está. Gracias, y buena búsqueda.