El Bosque de Palo de Pollo Traditional Cache

En el complejo residencial y turístico de Palmas del Mar se encuentra unos de los bosques de Pterocarpus más grandes de Puerto Rico. El bosque cuenta con unas 56 cuerdas y sirve de hábitat a 44 especies de flora entre estos hay 13 variables de árboles nativos de Puerto Rico como el mangle rojo, el mangle verde y el Pterocarpus, o mejor conocido como “pata de pollo” y 52 especies de fauna como lo son anfibios, aves acuáticas y moluscos, entre otros, de las cuales 13 están en peligro de extinción.

Con la ayuda de Palmas del Mar Homeowners Association (PHA), esta área de gran valor ecológico está siendo preservada para asegurar su disfrute por parte de las generaciones actuales y futuras de puertorriqueños. También han colaborado en este esfuerzo el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, el Departamento de Recursos Naturales, el Fideicomiso de Conservación –estas agencias están realizando estudios y clasificando la flora y fauna del lugar-, diferentes fundaciones y la comunidad. Este es un maravilloso esfuerzo de iniciativa comunitaria para la preservación de los recursos naturales que están cada vez más en peligro y que es digno de emular.

El lugar se describe como un ecosistema completo constituido por un bosque pantanoso que recibe aguas de escorrentías, las cuales se filtran y salen a los humedales y de ahí descarga al mar completamente limpia. Este lugar es importante porque es el pulmón de esta región, limpia el aire y es una barrera natural contra las inundaciones. El Pterocarpus es un árbol grande de los pantanos de agua dulce. Este árbol nativo y siempre verde alcanza los 90 pies de altura y 3 pies de diámetro de tronco. Se caracteriza por sus raíces tabulares que son muy prominentes y que parecen patas de pollo (de ahí toma su nombre popular). Su madera se ha utilizado para boyas de redes de pescar, para combustible en las haciendas azucareras y también obtenían tinte de la madera. El bosque que compone está protegido por encontrarse amenazado con desaparecer. Abunda en la zona pantanosa del sureste de Humacao, área natural protegida del Fideicomiso de conservación de Puerto Rico, así como en sectores de la costa norte y sur.

En el lugar se inauguraron los primeros 510 pies del tablado. La segunda sección, estará compuesta por 2,000 pies adicionales para un total de 3/4 de millas, los cuales entran en la mejor parte del bosque. También se prevé ofrecer un programa de charlas y actividades educativas y culturales, el desarrollo de un gran huerto, un parque pasivo para niños, un gazebo y la construcción de un anfiteatro natural.

Pasear por el Bosque es una sensación mágica, donde la naturaleza se convierte en el principal protagonista. Caminar por el tablado le devuelve al visitante la oportunidad de estar consigo mismo, ya que el silencio es perpetuo, solo interrumpido por el ocasional trino de algún martinete. En fin, es un lugar hermoso, perfecto para la meditación y la recreación pasiva.