El famoso promontorio de Padriñán, que recibe la visita de miles de vecinos cada Lunes de Pascua, es el escenario de numerosas leyendas en las que se habla de hermosas y enigmáticas mujeres que surgen del interior de las rocas
Cada lunes de Pascua, la Romaría das Cabezas, en A Armenteira (Meis), suele centrar todos los focos . Sin embargo, en Sanxenxo hay un lugar en el que, a su manera, los vecinos del municipio celebran la jornada que pone punto y final a la Semana Santa. Se trata del Con da Ventureira, ubicado en uno de los extremos más altos de la parroquia de Padriñán.
Nadie sabe muy bien la razón por la cual este paraje acabó por convertirse en el lugar en el que disfrutar de la comida campestre posterior al Domingo de Pascua. Quizá tenga que ver el espectacular promontorio, de varios metros de altura, que se alza en mitad de la parcela. Las rocas que dan forma a esta singular colina de piedra han sido durante años foco de innumerables leyendas y cuentos populares. Todas ellas tienen un denominador común: la presencia de una mujer misteriosa que, cada cierto tiempo, hace acto de presencia al lado de la prominencia, como si hubiese salido de su interior.
Una de las más conocidas está relacionada con la noche de San Xoán. Se dice que, hace ya mucho tiempo, un joven que se encontraba en pleno bosque pasó por las inmediaciones del Con da Ventureira y se quedó sorprendido al encontrarse con una joven de rasgos árabes muy hermosa. Al acercarse, la muchacha convence al chico para que acceda al interior del promontorio, a través de una entrada secreta. Si consigue superar su temor, será recompensado con numerosas riquezas y tesoros. El hombre accede, pero es traicionado por la mujer y se queda atrapado en su interior. La leyenda dice que la chica era una esclava del Con que, para poder quedar libre, debía dejar atrapado en su interior a otra alma. Los que cuentan esta historia aseguran que la joven de rasgos árabes todavía se deja ver por A Ventureira una vez cada 100 años, siempre durante la noche de San Xoán.