Uno de los hoteles más singulares y bonitos que he conocido, nada más llegar ya te impresiona la entrada.
Es un antiguo convento del siglo XVII reconvertido en hotel.
Junto al mismo pasa el sendero Puerto de las Cruces, el cual pasa por unas de las zonas más bonitas y encantadoras del paisaje de la localidad de Castellar de la Frontera.