San Breixo, o Verísimo, fue un joven de origen portugués martirizado con sus dos hermanas Máxima y Julia.
Desde su infancia fueron criados con todo cuidado y atenciones, pues pertenecían a una familia noble.
Un Ángel les impulsó a realizar una larga peregrinación hacia Roma, con el fin de atraer más almas y convertirlas al verdadero Dios. En Roma visitaban y servían en las cárceles a aquellos que padecían y sufrían por Cristo. Con mucho valor y ánimo, San Verísimo se presentó con sus hermanas voluntariamente ante el tirano Tarquino, para dar testimonio de su fe en Cristo. Esto les llevó a pasar horribles sufrimientos y mortificaciones. Pero Dios favoreció a los santos Mártires enviándoles un Ángel que los libró de las prisiones en que estaban encarcelados, fortaleciéndolos de tal suerte que, habiendo permanecido muchos días sin comer, comparecieron ante el tirano más robustos y fuertes.
Con todo, fueron sometidos a atroces tormentos, padecidos con santa paciencia; les descoyuntaron los miembros con tal crueldad que hasta a los mismos verdugos les causaba horror y lástima tal espectáculo.
Como hecho prodigioso, cabe recordar, lo que cada año se realiza en el lugar de su martirio, pues se graba en las piedras, donde caía su sangre, la señal de la cruz.
LA ROMERÍA
La fiesta de San Verísimo se celebra anualmente en la parroquia de Barro el primer domingo de octubre. Miles de personas acuden a lo largo del día para participar en los actos litúrgicos que se celebran en el Santuario y también para disfrutar con la familia de los productos de la tierra que se ofrecen en el entorno.