Pedro de Mena y Medrano. (Granada, 1628; Málaga. 1688).
Su padre (Alonso de Mena), fue un gran escultor (hay un Cristo suyo en la Catedral de Málaga). En su taller, hizo Pedro el primer aprendizaje, junto a otros, como Pedro Roldán. En 1646 muere el padre y, con 18 años, se encarga del taller, que compartirá desde 1652 con Alonso Cano del aprenderá técnica y realismo.
Se casa en Granada y tiene 6 hijos; y en Málaga, 8 más; pero la mayoría mueren; 3 hijas profesan en el convento del Císter (Málaga): donde Mena será enterrado entre las 2 puertas de la Iglesia para “ser pisado por todos”, como él pidió.
En 1658 lo llaman de Málaga para terminar el Coro de la Catedral; en la ciudad monta su taller donde trabaja 30 años; estuvo en Madrid y Toledo (1662-3): el San Francisco de su catedral le valió ser nombrado “maestro mayor” de la misma.
Se sintió granadino y malagueño; firmaba sus obras “granatensis malacae”.
En su estilo, se notan las influencias de sus 2 maestros: su padre y Alonso Cano; pero con el tiempo (en Málaga) es más realista y naturalista, con gran dominio de la talla y la policromía. Uno de los sus grandes hitos son los Ecce-Homo y las Dolorosas, en los que la “interpretación épica del dolor” proyectará sentimientos, emociones, gestos dialogantes, tristeza intimista, dolor contenido. Color, cohesión, volumen escultórico y tratamiento de las telas, son el marco ideal.
Coro de la Catedral de Málaga: 42 imágenes impactantes; una de las obras más importantes del barroco del XVII; “la octava maravilla del mundo” (Palomino). Hay que verlas: realismo, naturalismo, dramatismo, expresividad; galería de retratos. En la propia Catedral hay más obras suyas: Dolorosa, Reyes Católicos, etc.
Su profunda religiosidad le llevó a estar ligado a cofradías y órdenes religiosas: sus obras están en muchas partes de España y en América (Lima, Ciudad de México).
En la Semana Santa malagueña, se espera con fervor el Jueves Santo para ver el Cristo de Mena o de la Buena Muerte, portado por los Legionarios (desde 1921).
Málaga le dedica una calle (pequeña), en el centro, perpencicular a la Alameda.
Una escultura reciente (de Virgilio Galán), está en la entrada de lo que fue su taller (hoy Museo Revello de Toro), muy cerca de la Catedral y del Císter.
NOTA: Fernando Ortiz (Málaga, 1717-1771), será el gran continuador de Mena. Nace en C/ Madre de Dios. Trabaja en la Catedral, donde hay varias obras suyas (Los santos: José, Francisco y Blas; Dolorosa), retablos, solería; en la Victoria (Cristo del Amor y la Dolorosa) y para otras cofradías, dentro y fuera de Málaga.