PEONES CAMINEROS
Una de las figuras típicas en la carreteras de hace unos años es la del peón caminero. Pero su creación hay que buscarla muchas antes, en el siglo XVIII. En esa época el peón caminero fue en España el encargado de cuidar a pie de camino del estado de la carretera en cada legua, unidad de distancia equivalente a unos cinco kilómetros y medio. En España fue en el siglo XVIII concretamente en 1759 y durante el reinado de Fernando VI cuando se creó la figura del peón caminero.
El estado de las carreteras durante el franquismo era deplorable, la mayoría estaban cubiertas de un fina capa de arena y compactada por una apisonadora, sin asfalto. Los peones camineros se encargan de arreglar los baches y rozar las cunetas.
Las herramientas del peón son la esportilla de esparto, la azada y el porro de mango largo, del que se sirve para partir las piedras. A veces se ayuda de un burro.
Cuenta Juan Eslava Galán en su libro la España del miedo:
“El peón vive con su familia en una modesta casilla de peones camineros, al borde de la carretera, en el tramo encomendado a su media docena de gallinas y un jaulón con conejos. A veces, si hay agua cerca, se complementa con un huertecillo que queda al cuidado de la mujer. Algunos peones prefieren que la familia viva en el pueblo para que los niños puedan ir a la escuela, y se conforman con visitar el pueblo una vez al mes, para dormir con la parienta, mudarse de ropa y proveerse de alimentos.
Las carreteras no están señalizadas. La distancia hasta la próxima población se indica en letreros de fondo azul y letras blancas inscritos sobre los muros de las casillas de peones camineros. La única señalización se encuentra a la entrada y a la salida de la población: una placa metálica con el nombre del pueblo y una insignia falangista, el yugo y las flechas, de 2 metros de altura, hecha por el carpintero del pueblo, pintada de bermellón. El alcalde y jefe local de la Falange, se ocupa de mantenerlo en perfecto estado”.
Las casas de peones camineros pertenecían al Estado, concretamente al MOPU, el antiguo Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, también muy popular décadas atrás. Ya no existen como tales los peones camineros, aunque persista en el convenio colectivo una categoría denominada así. No tienen las funciones que antes tenían ni hay necesidad de que vivan a pie de carretera o de camino, aquello pasó a la historia.
Ahora son los trabajadores del servicio de conservación y mantenimiento de carreteras los que están pendientes de cualquier incidencia y acuden a su reparación o realizan periódicas inspecciones por las vías.
El avance en los medios de transporte y en las comunicaciones hizo innecesario que tuvieran que vivir en casas junto a las vías de comunicación o en los posteriores 'acuartelamientos'.
El caché y su entorno.
Estamos situados justo frente a la entrada de las Viviendas de Camineros de Cáceres, actualmente siguen siendo habitadas, muchas de ellas por familias de los antiguos peones camineros.
El arco en el que nos encontramos, era la puerta de una antigua finca, puede incluso que tuviera que ver con los mismos camineros.
El caché es un contenedor tradicional de tamaño pequeño, mimetizado con el entorno. Una vez encontrado, “pásate de rosca”. Contiene libro de firmas, bolígrafo y detalle para FTF.
Se ruega no poner foto spoiler ni comentarios que puedan facilitar su búsqueda.