Esta arquitectura se mantiene intacta en un escenario donde la silueta de, los “pontones” que saltan los arroyos, dan fe de una cultura integrada en un paisaje de granito, encina, brezo, escobas... Todos ellos atravesados por viejas calzadas que conservan mudos, pero no ciegos, los ojos de sus puentes de piedra.
Construcción tradicional de la comarca que permite cruzar las riveras, que aún hoy aguantan las crecidas de los arroyos y permite el paso de caminantes y rebaños de ganado. Construidos con material de las proximidades.