El peatón que pasea por el humilde barrio del Alto de Extremadura (Madrid), si tiene suerte, se sorprenderá al descubrir una calle que contrasta totalmente con las de alrededor: la calle Clemente Fernández, o, como la conocen en el barrio, los "hotelitos".
Esta calle, que baja desde el Paseo de Extremadura hasta el Paseo de los Olivos, además de poseer un firme adoquinado, se caracteriza por estar formada, en vez de por los edificios de vivienda habituales, por pequeños chalets unifamiliares, construidos a principios del siglo XX (en la jerga popular de Madrid, estos chalecitos reciben el nombre de "hotelitos").
Para descubrir el origen de esta peculiar calle hay que remontarse a los años 20, cuando, en el marco del surgimiento de Cooperativas destinadas a edificar casas económicas para las clases populares, se instituye la "Cooperativa de Casas Baratas para Funcionarios del Norte", encargada de construir en 1928 un conjunto de casas para familias de los ferroviarios que trabajaban en la cercana Estación de Goya (hoy desaparecida). Así, se construyó lo que se llamó "Colonia Ciudad Jardín Castañeda",siguiendo el estilo de las casas que se estaban construyendo en la época por la Ciudad Lineal. A la calle resultante se le dio posteriormente el nombre de "Calle de Clemente Fernández", por el arquitecto que planificó la zona.
Al inicio de esta calle, pero del otro lado del Paseo de Extremadura, se levantaba un viejo palacio, el Castillo de Bofarull, que desapareció a mediados de siglo (y en su lugar hoy hay un hipermercado, sigh).
Recomiendo recorrer la calle hasta desde el Paseo de Extremadura hasta abajo y luego volver a subirla (con calma), para poder apreciar estos agradables "hotelitos".
Sobre el caché:
Es mi primer caché, y es bastante sencillo. No suele haber muggles asomados, pero es una calle de bastante tránsito de peatones, así que tened cuidado al sacarlo y ponerlo. Llevad máquina de escribir.