Al amparo del boom urbanístico y la pujanza de la economía se desató una fiebre constructora de edificios de oficinas, que con el inicio de la crisis no llegó a buen término. Muchos proyectos terminaron en papeles, o a medio construir dejando en nuestro paisaje urbano su indistinguible silueta.
Plazarte es uno de los últimos proyectos que se finalizaron y que echó a andar, aunque últimamente la empresa propietaria ha sufrido concurso de acreedores y un proceso de liquidación del edificio, y el centro aparenta escasa actividad.
Concebido como un centro de negocios para el trabajo de lunes a viernes y para uso y disfrute de los vecinos de El Ranero los fines de semana, tiene como estandarte una torre de cristal multicolor de 12 plantas habilitadas como oficinas dotadas de la más avanzada tecnología, bajos comerciales especialmente dirigidos al ocio y la restauración, y una plaza acondicionada para la celebración de actos y espectáculos al aire libre, y bajo la que se encuentra el aparcamiento.
Se localiza en un lugar estratégico en una de las entradas a la ciudad en la confluencia de la avenida de los Pinos con la Ronda Oeste en su salida hacia la avenida Juan Carlos I. En este sentido la entrada al centro se ha diseñado rememorando las antiguas entradas a través de puertas amuralladas.
