Plantada en San Juan de Nieva y llamada así por su caprichoso perfil equino, tiene como prolongación submarina la temible ‘Rechalda del Mar’, peñasco encabronado que fue un tremendo obstáculo para la navegación, al limitar el calado, en la bajamar, a 3 metros.
PEÑA DEL CABALLO
Por el estuario avilesino, tanto las fábulas como las certezas andan tan sueltas que, donde menos lo esperas, salta un caballo. Pero no un caballito de mar, sino de ría. Una especie única en el mundo, conocida en cartas marinas, libros y documentos disparejos, como ‘Peña El Caballo’ de Avilés.
http://blog.elcomercio.es/episodios-avilesinos/2013/06/09/esa-pena-del-caballo-no-es-una-pena-cualquiera/
GRACIAS POR SU FAVORITO