Por todos es sabido que la Tierra está en continuo movimiento, es un planeta dinámico aunque es imperceptible a los ojos del ser humano.
Hace 100 millones de años, en el Cretáceo Urgoniano, Donostia era muy diferente a como es ahora geológicamente hablando, claro está. La tierra llegaba hasta la comunidad de La Rioja. Con lo cual Euskal Herria estaba bajo el mar, un mar caribeño del cual podemos encontrar fósiles en diferentes lugares de la ciudad.
En el puente de Santa Catalina encontraremos bloques de piedra caliza donde podemos apoyarnos para observar tanto el río como diferentes edificios del barrio de Gros, del centro de la ciudad, el mar cantábrico, algunos montes a lo lejos,... En estos bloques de color gris podemos observar diversas formas de color blanco. En la parte superior tienen forma de dedo y en la parte frontal su forma es circular. Estas formas son fósiles de corales ramosos. Pero no son los únicos fósiles que podemos encontrar. También se pueden ver bivalvos, rudistas y esponjas. Y sabiendo que el mar que cubría la ciudad era caribeño, aunque no se han hallado fósiles, los peces que aquí nadaban eran tropicales.
Fósiles de coral en el Puente de Santa Catalina
Hacemos un “pequeño” salto de 35 millones de años en el tiempo, hasta el Cretáceo Daniense, y encontramos otro tipo de roca caliza en la ciudad aunque ésta no es tan utilizada como la otra. Esta roca no se formó en los arrecifes como la anteriormente mencionada. Se utiliza sobre todo para relleno, levantar muros, hacer puentes o revestir escolleras como la de la Playa de La Concha. Son rocas rojizas y en ellas no se ven tantos fósiles como en las calizas grises. En esta época, el mar era muy tranquilo y muestra de ello son los escasos fósiles que podemos encontrar. En estas rocas se pueden ver pequeñas conchas y huellas de gusanos.
Roca caliza rojiza en el Puente de Santa Catalina
Pero la piedra más característica de Donostia es la arenisca. Los edificios más conocidos de la ciudad como el Ayuntamiento, el Hotel María Cristina, etc. están construidos de este material. Todo el promontorio entre Ulia y Jaizkibel está compuesto por esta roca marrón-amarillenta. En el S. XIX se utilizó para reconstruir la ciudad después de que las tropas anglo-portuguesas la destruyeran. Su nombre evoca su proceso de formación: arenisca turbidística. Arenisca porque está formada por granos de arena que se han endurecido. Y turbidística porque se formaron por corrientes de turbidez (hubo unas montañas desde las cuales se empezó a erosionar grandísimas cantidades de arena que llegaron a esta zona mediante una serie de cañones submarinos). Hay experimentos que tratan de reproducir lo que pasó hace 40 millones de años, en el Eoceno, en esos cañones a más de 2 kilómetros de profundidad.
En el Ayuntamiento se pueden ver capas de esos sedimentos. A las líneas curvas se les llama por su forma “dish” o de platillos. Al llegar más y más y más capas de arena, lo que hacen es apretar como si fuera una esponja empapada en agua y esa agua tiene que escapar, y al escapar lo que hace es deformar las capas. En la fachada podemos encontrar diferentes “dibujos” en los bloques. Los formados en esa posición y otros cortados y colocados en posición vertical.
“Dish” en la fachada del Ayuntamiento
Para loggear este caché, deberás mandar las respuestas de unas sencillas preguntas al propietario y cuando te den el visto bueno podrás anotarte este Earth Cache:
1- Haz un dibujo de cómo estaba Donostia (o Euskal Herria) en el Cretáceo Urgoniano.
2- ¿De que seres vivos podemos encontrar fósiles en Donostia?
3- ¿Qué diferencia tienen las rocas calizas con las rocas areniscas en cuanto a textura o granulometría se refiere?.
4- Si damos la espalda a las montañas, ¿qué animales son los que podemos encontrar en el tejado de uno de los edificios que tenemos a nuestra derecha? (El edificio es blanco y piedra arenisca).
5- Si te apetece, manda desde la coordenadas una foto tuya o del GPS del edificio de arenisca que ves a un lado (lo distinguirás fácilmente).