Se encuentra1 en el cerro de San Miguel elevado 75 m sobre el nivel de la ciudad. Fue levantado por el conde Diego Rodríguez Porcelos en los tiempos de la Reconquista, año 884, aunque ya existieron fortificaciones más antiguas.
Como parte del complejo subterráneo, el pozo (popularmente conocido como Cueva del Moro) cuenta con galerías de más de 300 m de longitud. Data de los siglos XII y XIII, aunque las primeras noticias se remontan a 1475, durante el asedio de las tropas de Isabel la Católica, episodio de la guerra de sucesión al trono, estando defendido por los partidarios de Juana la Beltraneja.
Es una obra de fábrica de sillería en piedra caliza, consistente en un cilindro hueco vertical que alcanza una profundidad de 62,50 m. Para poder acceder se construyen 6 husillos o cilindros verticales de 1,40 m de diámetro interior.