Estas tumbas monumentales a cielo abierto pertenecieron a familias importantes de Emerita Augusta: los Voconios y los Julios. Uno de los columbarios fue erigido por Caio Voconio, que dedicó este monumento a sus familiares. Su inscripción dice exactamente: “Gayo Voconio Próculo hizo la tumba para su padre, Gayo Voconio, de la tribu Papiria su madre, Cecilia Anus, y para su hermana Voconia María”. En el interior se pueden ver retratos funerarios de los fallecidos.
Se trata de entrerramientos de incineración con las urnas cinerarias correspondientes con los restos calcinados en su interior. Pertenecen al modelo de enterrramiento y monumento funerario familiar cuya estructura se relaciona con los edificios funerarios llamados "bustae", en los que se practicaba la incineración y posteriormente el enterramiento.
El nombre de "columbario" dado a los nichos destinados a contener las urnas cinerarias en los sepulcros de familia de los romanos, proviene de la palabra "columbarium" que significa propiamente "palomar" y de su similitud con los palomares proviene este término.