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Cambio Climático - Embalse del Esla Traditional Cache

Hidden : 11/1/2017
Difficulty:
1.5 out of 5
Terrain:
2.5 out of 5

Size: Size:   small (small)

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Geocache Description:


 

 Embalse del Esla - Presa del Ricobayo

 

 

 

 

 
 
El embalse, la central y la presa de Ricobayo (también conocidos como salto de Ricobayo) son una obra de ingeniería hidroeléctrica construida en el curso inferior del río Esla. Está situada a menos de 1 km de Ricobayo de Alba, en la provincia de ZamoraCastilla y LeónEspaña.
El tramo en el que se sitúa se conoce como los arribes del Esla, una profunda depresión geográfica originada por la erosión milenaria del río.
Forma parte del sistema Saltos del Duero junto con las infraestructuras instaladas en AldeadávilaAlmendraCastroSaucelle y Villalcampo.
 
 

Datos, características y singularidades

La mayor peculiaridad de la presa de Ricobayo es la regresión de su aliviadero de superficie: en un periodo comprendido entre el año 1933 al 1939, retrocedió hacia aguas arriba 350 m, provocando una cazuela u olla de 100 m de anchura y 100 m de profundidad, excavando aproximadamente 1.136.000 m⊃3; de rocas. Los problemas de este aliviadero hicieron necesaria la construcción de un Laboratorio de Hidráulica en el Poblado del Salto de Ricobayo, para resolver y estudiar en modelo reducido los problemas derivados de las grandes evacuaciones de agua de los aliviaderos. El profesor alemán Theodor Rehbock asesoró a los ingenieros españoles en el proyecto preliminar.​
Durante la construcción de la presa se edificó el Poblado del Salto del Esla, con el fin de cobijar a los trabajadores que participaron en su fábrica. Algunas de estas viviendas aún continúan habitadas.
 
 
 
Efectos del cambio climático en la provincia

La sequía deja el embalse del Esla al 11% de su capacidad, con 130 hectómetros cúbicos

El nivel del agua no bajaba tanto desde hacía 20 años, cuando se vació el pantano para reformar la presa y ampliar su capacidad de producción

 
 
16 meses de sequía -salpicada por unas pocas tormentas- han agotado la mayor reserva de agua de la provincia de Zamora, el embalse de Ricobayo, que hoy se encuentra al 11% de su capacidad con apenas 130 hectómetros cúbicos de los 1.200 que puede retener este coloso de la ingeniería patria. Es necesario remontarse dos décadas, hasta 1997, para encontrar imágenes similares a las que ofrece en estos días todo el curso del Esla, desde Muelas del Pan hasta Puente Quintos, y en aquella ocasión no se debía a la falta de lluvia sino a la mano del hombre, cuando Iberdrola se vio obligada a vaciar su pantano para instalar las nuevas turbinas de Ricobayo II.
Esta vez es la naturaleza, empujada por el cambio climático, la que ha secado este reservorio convirtiendo lo que era el mar de Zamora en un desierto que avanza día a día. Donde antes había orillas hoy hay empinadas cuestas de tierra gris y piedras que evocan un paisaje más propio de La Luna, y prácticamente todos los ramales se pueden cruzar a pie, sin encontrar ni barro, por un suelo agrietado que dibuja un extenso mosaico irregular sin rastro de vida. En cuanto al río Esla, a partir de Manzanal del Barco se ha retirado a su curso natural dejando en el fondo del embalse algunas charcas que conforman una suerte de parodia de una marisma en plena Meseta castellana.
 
 
Cuando el agua retrocede destapa viejos fantasmas del pasado que permanecían ocultos, como los últimos restos del tren JX-3, que explotó en la madrugada del 19 de octubre de 1964 en el viaducto de Martín Gil llevándose la vida del zamorano José Vicente Redondo, o como los pueblos desahuciados en los años 30 en nombre del progreso, La Pueblica y San Pedro de la Nave. Donde se asentaba esta última aldea perdida han emergido paredes de las casas dibujando con precisión el trazado de unas calles por las que se puede volver a pasear 80 años después de la inundación, un tema que este diario ampliará mañana en su edición dominical. Otra vergüenza que la sequía ha dejado al descubierto en el Esla es la suciedad del género humano. En diferentes puntos han aparecido desperdicios de todo tipo, latas, plásticos, neumáticos y hasta señales de tráfico que alguien tiró un día al embalse.
Un buen punto para tomar conciencia de la bajada del caudal en el último año está en Palacios del Pan, donde una pendiente abismal separa el muelle del Club deportivo de vela Zamora de su plataforma de acceso, a la que debería estar unido. También en esta zona, la isla El Ranero ha dejado de ser una isla.
Las previsiones indican que el embalse seguirá retrocediendo durante semanas, pues aunque desciendan las temperaturas y con ello la evaporación del agua, los afluentes del Esla bajan prácticamente secos y no habrá fuente que nutra su cuenca hasta que la lluvia otoñal invierta la tendencia, algo que podría no suceder hasta el mes de noviembre. Por el momento, el nivel actual del agua en la presa, 641 metros, permite su explotación hidroeléctrica sin problemas. En los últimos días Iberdrola viene liberando 140 metros cúbicos (140.000 litros) por segundo al curso bajo del Esla, y por tanto hacia el río Duero. Mientras sea posible, la empresa está obligada a soltar un mínimo de "caudal ecológico" para evitar que se seque el curso bajo de los ríos, un agua que en su caída también se aprovecha para mover las turbinas que generan electricidad.
En la provincia de Zamora, solo el embalse de Cernadilla, en el río Tera, se encuentra en una situación tan precaria, al 11,9% de su capacidad. Al sur, el embalse de Almendra, en el Tormes, almacena menos de la mitad de su aforo (41%) a pesar de contar con turbinas reversibles que permiten bombear agua del embalse de Aldeadávila (Salamanca) para recuperar cada noche parte del caudal liberado durante el día.
El conjunto de la cuenca del Duero almacena esta semana 2.500 hectómetros cúbicos de agua entre todos los embalses, el 33% de su capacidad, casi la mitad de lo registrado en septiembre del pasado año. En el caso de los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica -todos los zamoranos los controlan empresas hidroeléctricas- la sequía es un más aguda si cabe, ya que se encuentran al 23% de su máximo, frente al 46% registrado hace un año y el 41% de media de los últimos diez años a estas alturas de septiembre. Es paradigmático el caso de Barrios de Luna, al norte de la provincia de León, que ayer tan solo retenía el 5,7% de su capacidad.
La falta de agua tiene efectos sobre la agricultura, la campaña de 2017 ha sido desastrosa para el secano, con un 40% de la superficie sin cosechar y rendimientos muy bajos allí donde se ha pasado la segadora, y con unas fuertes restricciones impuestas al riego en todos los canales que dependen de la CHD. Pero también sobre la población, localidades que se nutren de embalses como el de Ricobayo -Andavías y Palacios del Pan- se quedaron sin agua a finales de agosto, en Villalcampo se vieron obligados a bajar la toma que tienen en su pantano, y otros pueblos que se abastecen mediante pozos de sondeo quedaron secos, de forma puntual, en los días de verano cuando albergaban a más gente.

 

  ¡Salvar el mundo está al alcance de tu mano!

 

Hacer geocaching de campo puede contribuir a salvar el mundo. No hagamos CITO cuando un evento así nos lo diga, hagamos CITO siempre que salgamos de caza geocachera. Llevar una bolsa encima e ir limpiando la zona de paseo hasta el GZ puede ayudarnos a todos. ¡Colaboremos todos a una!

 
¡Feliz Geocaching!
 
 
 

Additional Hints (Decrypt)

Ire sbgb fcbvyre

Decryption Key

A|B|C|D|E|F|G|H|I|J|K|L|M
-------------------------
N|O|P|Q|R|S|T|U|V|W|X|Y|Z

(letter above equals below, and vice versa)