Tras encontrar las dos pistas, Azor sabía que su dueño le estaba indicando el camino a seguir. Se acordó entonces de que le había dicho a Vega que se acercaría al canódromo para obtener información sobre el paradero de María Luisa. ¡Quizás Justo también hubiera ido a ese lugar! Y decidió ir allí, en dirección Este.
Cerca del canódromo estaba la Plazuela del León, donde se hallaba el denominado “mentidero de los perros”. Era lugar de paso obligado para todos los perros de la zona pues allí se reunían para conversar, recabar información y compartir chismorreos. Nuestro Dóberman (D), se encontró allí con un Bichón Maltés (M), un Schnauzer (S), un Bóxer (B), un Dogo de Burdeos (F), un Perro de Aguas Español (A), un Cocker Spaniel (C), un Cirneco del Etna (E), un Chihuahua (H), un Galgo Italiano (G), un Akita Inu (I) y un Mastín Inglés (R).
D- “Amigos, estoy buscando a mi dueño y al de Vega. ¿Los habéis visto por aquí?”
B- “Yes, Sir! Esta mañana estaban por aquí. Los he visto hablando con el dueño de Loba. Hablaban en voz alta y parecía que estaban discutiendo.”
H- “Si, si, yo también los he visto. Y como soy pequeñito, no se han dado cuenta de que estaba cerca. Hablaban de las carreras y de destruir el canódromo. Bueno, eso lo decía el dueño de Loba porque los otros dos querían acercarse al cuartel de la policía que está cerca de aquí.”
E- “Dai, dai, no sería para tanto. A Catania sempre alziamo la voce un poquito cuando hablamos entre nosotros.”
S- “Guten Tag. A mí me parece eine gute idee el ir avisando a la polizei. Nunca se sabe cómo puede acabar una discusión entre humanos.”
F- “J’ai vu tout ce qui s’est passé.”
Y se hizo un silencio total en el mentidero, esperando a que el dogo de Burdeos contase su historia. A todos les gustaban este tipo de chismorreos…
F- “Primero llegó la dueña de Vega, creo que la llaman María Luisa. Se encontró con el dueño de Loba y comenzaron a discutir por las carreras. Éste quería que Vega corriese con perros más lentos pero que se dejase ganar. María Luisa le dijo que Vega no correría y comenzaron a discutir. Entonces llegó tu dueño, Azor. Y el dueño de Loba le propuso una pelea entre Loba y tú. Tu dueño, Justo, se volvió como loco. ¡Peleas de perros! ¡Ni hablar! ¡Y carreras amañadas!, dijo Maria Luisa. ¡Este hombre está loco! ¡Vamos a la policía! Entonces, ese hombre malvado hizo un gesto y Loba apareció de entre unos arbustos. Los amenazó, los fue llevando hacia las perreras del canódromo y los encerró allí. ¡Se van a enterar estos dos!, dijo el dueño de Loba. Voy a volarlo todo con ellos dentro.”
D- “Entonces, ¿crees que siguen allí encerrados?”
F- “Puede ser. Cuando ví lo sucedido vine aquí a avisaros, pero no he encontrado a nadie hasta que tú has aparecido."
D- “Vamos, ayudadme.”
Y todos los perros del mentidero se dirigieron a las perreras. Allí estaban Justo y María Luisa. Encerrados en una jaula.
M- “¿Cómo los sacamos? Hace falta una llave.”
Entonces, Justo le dijo a Azor: “Trae esa cuerda”, señalando a la pared cercana. Azor la cogió con sus mandíbulas y se la acercó a Justo. Éste la ató a los barrotes de la puerta e hizo una señal a los perros para que tirasen de ella. Ellos comprendieron la idea y se pusieron en línea para tirar, con el menos pesado cerca de la puerta y el más pesado a lo lejos, para incrementar la sinergia del grupo. Tiraron y tiraron hasta que rompieron las bisagras de la puerta.
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