DESCRIPCIÓN:

Diversos han sido los nombres con los que se ha designado a esta ermita: Ermita del Humilladero, del Puente, del Cristo de la Paz. Hoy abreviadamente todos la conocen como la Ermita del Cristo, si bien el de Ermita del puente resultaba más descriptivo hasta que se cambió de sitio a causa del trazado de la carretera.

Los testimonios de la antigua Ermita del Puente se remontan a la segunda mitad de la centuria renacentista Sobre una oquedad abierta en un peñascal se edificó una pequeña ermita, de escasa altura, abovedada y labrada toda en piedra

Pero ya en el siglo XIX, cuando se gestiona la construcción de una carretera incluida en la Red Nacional, para reemplazar el antiguo Camino Real que atravesaba el Valle, se constató que la ermita ubicada en la cabecera del puente suponía un problema al trazado de la misma. Hubo varios momentos en que se la quiso trasladar de lugar, pero el Estado no estaba dispuesto a hacerse cargo de la reconstrucción del pequeño santuario.

Al final en 1913 se procedió al traslado y construcción de la nueva ermita a unas docenas de metros más al norte de su primitivo emplazamiento. Para levantar la nueva ermita se buscó a un contratista de Serradilla que se comprometió a realizar la obra por un importe de 2086 pesetas con 42 céntimos. Los materiales aprovechables de la vieja se reutilizaron, pero el citado contratista dejó inconclusa la obra, por lo que hubo que buscar a otros dos maestros albañiles, que fueron los que remataron la obra.

Su interior resulta acorde con la sencillez exterior. Está cubierta por una bóveda de cañón con lunetos en dos tramos y destaca un pequeño retablo del siglo XVIII en el que cobra importancia una hornacina central donde se encuentra la talla de un Cristo Crucificado.

Señalar, por último, que en el subsuelo de la nueva ermita, se hizo una breve cripta donde se han enterrado los descendientes del médico Marceliano Castaño, que en contrapartida, dedicaron ciertas atenciones al mantenimiento de la ermita.