Este pequeño recinto, situado al borde del mar, en un lugar alejado de todo, llama su atención por sus formas que recuerdan la arquitectura árabe.
Su origen está en la Guerra Civil española, momento en el que se edificó para dar cobijo a los restos de los soldados de origen magrebí y religión musulmana que lucharon en las filas del bando nacional y que fallecían en el cercano Hospital Militar.
En la década de los sesenta los restos que quedaban en su interior fueron exhumados y trasladados al cementerio civil.
En 2006 se llevó a cabo su restauración para transformarlo en La Casa de las Palabras.
El nombre se debe a que su interior está adornado azulejos que contienen textos referentes al origen de la ciudad escritos en latín, griego, árabe, gaélico y castellano antiguo, traducidos al galego y al castellano. Además se escribieron unas 250 palabras del castellano y del gallego que tienen su origen en la lengua árabe.
Los grabados fueron realizados por el ilustrador Xoán Viqueira.
El caché es un tupper tamaño pequeño.
Sed discretos, ya que por la zona pasa bastante gente.