Mi pequeño tributo a este monumento natural de 1.966 m de altitud, situado en los Ancares Leoneses. El segundo pico que hice en mi vida y que sin duda tiene parte de la culpa de mi aficción a la montaña.
Atacándolo desde Puerto de Ancares podría considerarse un "paseo de alta montaña", con dificultad media-baja en época estival, pero sin olvidar que en estas zonas siempre hay grave riesgo de cambios bruscos de tiempo, y hay que salvar algunos pasos expuestos con cierto riesgo de caida. La nieve inundará la montaña todo el invierno y los neveros seguramente se mantengan hasta finales de primavera, por lo que si no dispones del equipo y la experiencia necesaria solo es recomendable subir en verano.
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