El dinero no es un bien en sí, sino un medio por el cual se puede realizar intercambio de productos o servicios. Las dos premisas básicas son, que represente un valor “contable” y que sea aceptado por ambas partes.
De este modo, quien tiene dinero, aunque realmente no tiene nada, tiene libertad e independencia. Y a su vez aquel que ha conseguido la independencia se ve obligado a crear su propio dinero.
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